Día 11 - Gen 2:16-25
16 Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; 17 mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás. 18 Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él. 19 Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre. 20 Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo; mas para Adán no se halló ayuda idónea para él. 21 Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. 22 Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. 23 Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada. 24 Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. 25 Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban. Génesis 2:16-25
Continuamos en el huerto de Edén. Seguimos viendo la ampliación de lo realizado en el capítulo 1. Ali habíamos leído que Dios creó al ser humano a Su imagen y a Su semejanza, varón y hembra. En el texto de hoy vemos como fue el proceso de creación de ambos. Aquí la palabra hombre no hace referencia a los seres humanos, sino al varón. “Tomó Dios al varón y lo puso en el huerto de Edén”.
Dios empieza a instruir al hombre. Éste hombre, que conocemos como Adán, tenía la inteligencia necesaria para entender las palabras e indicaciones de Dios desde el mismo momento en que fue creado. Ayer vimos que Dios lo creó del polvo de la tierra. Hoy vemos que lo primero que le indica es que podía comer de todo árbol de fruto excepto del “árbol de la ciencia (o conocimiento como aparece en otras versiones) del bien y del mal. ¿Eso significa que dentro de su alimentación estaba el consumir el fruto del árbol de la vida? No hay nada que nos demuestre lo contrario. Según Apocalipsis 22 el árbol de la vida da un fruto por mes, doce en total (se refiere no solo a un año, sino a lo que representa el número 12)
Encontramos algunas otras referencias sobre éste árbol en la Biblia. En Gen. 3: 22, dice que si el ser humano come de ese fruto vivirá para siempre. Ezequiel 47:12 dice: “ Y junto al río, en la ribera, a uno y otro lado, crecerá toda clase de árboles frutales; sus hojas nunca caerán, ni faltará su fruto. A su tiempo madurará, porque sus aguas salen del santuario; y su fruto será para comer, y su hoja para medicina.” Apocalipsis 2:7 dice: “ El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios”.
Sin lugar a duda el árbol de la vida que está en los cielos también estaba en el huerto de Edén, pues eso lo vemos en Génesis 2 y 3. Luego los otros pasajes se refieren al cielo. (Al huerto de Edén se lo ha llamado el paraíso terrenal, pero el original está es el cielo) En todos deja en claro que sus frutos son un privilegio. Si bien son para todos la oportunidad de comerlos, hay una condición que cumplir. La condición es no comer del árbol de la ciencia del bien y del mal. Dios no está negando al ser humano que pueda conocer y aprender, pero lo que Dios está diciendo que en su presencia no existe la maldad y el pecado, y el mal está en la vereda de enfrente a la persona de Dios. El hecho de que se llama árbol de la ciencia o conocimiento no significa solo saber como es, sino experimentar como es. Yo puedo saber que está mal mentir, pero al mentir experimento que es mentir. Dios había advertido que el árbol de la ciencia del bien y del mal estaba enfrentado con el de la vida. Éste es para salud y vida, el otro es para muerte. Volveremos sobre ésto en el capítulo 3.
Es importante, siguiendo el relato correlativo de éste capítulo 2, resaltar que la mujer, Eva, no había sido creada aún. Eso quiere decir que Dios le está diciendo a Adán que no debía comer del árbol prohibido. Le está dando la responsabilidad.
En el versículo 18 aparece por primera vez la frase “no es bueno”. Hasta ahora todo era bueno en gran manera. Dijo que no era bueno que el varón este solo, aunque la enseñanza puede aplicarse a ambos sexos. Ahí fue cuando Dios trajo a Adán todo animal para que le pusiese nombre. No debe interpretarse que Dios volvió a crear a los animales, sino que hace alusión de que todos esos animales creados en el día 5 y 6 Dios los trajo a Adán. (Lo mismo que 1500 años después haría con Noé, para que seleccione las parejas para entrar al arca)
Temporalmente nos encontramos en el día seis de la creación. Ese mismo día Dios había dado las indicaciones anteriores a Adán y había traído a los animales para ser nombrados.
Luego de que todos los animales sean nombrados, (véase la inteligencia de Adán en que solo unas horas pudo nombrar a todos. Seguramente sus nombres eran descriptivos de cada uno) no había en ellos la “ayuda idónea” para él. “Ayuda idónea” no significa que tenía que hacer las cosas para él. Tampoco quería decir que sea la persona a entera disposición al servicio de Adán con una jerarquía menor. La frase “ayuda idónea” significa: “que encaja con” o “que se complementa con”.
Podemos imaginar la creación de Dios como un gigantesco rompe cabezas. Todas la piezas estaban dispuestas en su perfecto lugar. El varón ocupaba dentro de todas ésas piezas su perfecto lugar. Pero al lado del varón, Dios deja adrede un lugar vacío. El relato nos demuestra que Dios siempre se tomó su tiempo para todo. En ese momento lo estaba haciendo para que el varón entienda lo importante que es para Dios la mujer. (Y para que lo sigamos entendiendo también nosotros)
Fue ahí, en ese momento que Dios hizo caer en profundo sueño a Adán y quitó una costilla y volvió a cerrar la carne en su lugar. Y creó a la mujer también del polvo de la tierra como lo hizo con Adán, pero en éste caso puso dentro de ella ésa costilla. Esto no iba a influir físicamente, sino que estaba haciendo una enseñanza maravillosa de “ayuda idónea”. Simplemente podemos ver para que están las costillas en nuestro cuerpo y nos vamos a dar cuenta que ellas protegen los órganos principales. El corazón, los pulmones y varios más están debajo de ellas. Dios desde el comienzo dio la responsabilidad al varón de cuidar de “toda” su creación, esto incluye a la mujer. Pero que debía cuidar, no mandonear ni maltratar a la mujer que sería su “ayuda idónea”. Por eso dice que dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. El término “su mujer” no habla de posesión si no de identificación mutua, es decir de uno a otro. La mujer es tan “ayuda idónea” del varón, como lo es el varón a la mujer. Los “dos una sola carne” es la unión de esas dos piezas del rompecabezas se unen en una de ahí en adelante.
A lo largo de la historia Dios ha mostrado qué es lo mejor para el ser humano, pero ha dado al ser humano la autoridad para poder elegir. Muchas veces elegimos lo contrario a lo que Dios nos indica. Sepamos que Dios también ha avisado que pasará... (no que puede pasar) lo mismo que comer el árbol de la ciencia del bien y el mal.
-
¿De qué árbol come usted a diario?