Día 5 - Gen 1:9-13
9 Dijo también Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco. Y fue así. 10 Y llamó Dios a lo seco Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares. Y vio Dios que era bueno. 11 Después dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así. 12 Produjo, pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su género. Y vio Dios que era bueno. 13 Y fue la tarde y la mañana el día tercero. Génesis 1: 9-12
Llegamos al tercer día. En los días anteriores vimos que el agua cubría toda la superficie de nuestro planeta. Es en ese momento en que Dios volvió a hablar y mandó a que las aguas se junten en primer lugar y que así se descubra lo seco. Al conjunto de aguas llamó mares y a lo seco llamó tierra. En Job 26:10 dice: “Puso límite a la superficie de las aguas,” y en Salmos 33: 7 “El junta como montón las aguas del mar;”. En Proverbios 8:29 podemos leer: “Cuando ponía al mar su estatuto, Para que las aguas no traspasasen su mandamiento; Cuando establecía los fundamentos de la tierra,” Son muchos los versículos que resaltan el poder de Dios para poner en su lugar a la cantidad incalculable de agua que había sobre todo el planeta y hacer que lo seco se pudiera hacer visible.
Eso significa que originalmente todos los continentes que hoy vemos separados estaban juntos, todos formaban una sola masa. Por más de 1500 años iban a permanecer así hasta que llegara el diluvio en el capítulo 7 y se separara en la forma que hoy conocemos en nuestros mapas. Cuando tomamos un mapa planisferio, podemos apreciar como cada continente es como piezas de rompecabezas que moviéndolos hacia el centro podría armarse como era nuestro planeta originalmente. (Cuando lleguemos al capítulo 7 podremos ver algo más sobre ésto)
Una vez que estaba descubierto lo seco, Dios volvió a hablar y dio la orden a la tierra que produzca hierba verde, hierba que dé semilla y árboles de fruto. Cuando nosotros plantamos una semilla, dependiendo la especie, hay que esperar para poder empezar a ver el primer brote que surge de la tierra. ¡¿Que podríamos decir sobre los frutos?! Hay algunos que llevan meses y otros ¡son plantados para que la generación siguiente los puedan consumir.! (Investigue sobre cuál es el fruto que más tarda en madurar) Pero no fue así como Dios los creó.
Ya hemos visto sobre la duración de cada día. Además Dios estaba creando todo el reino vegetal y al día siguiente iba a crear el sol. Dentro de tres días iba a crear al ser humano y él ya se iba a alimentar de todos ellos. Dios creó todas las plantas con sus semillas y frutos, ya maduras. Lo que naturalmente lleva tiempo, y en muchos casos mucho tiempo, Él lo hizo en un instante, mostrando una vez más su poder.
Ya había creado el lugar, lo había hecho perfecto. Había acomodado las aguas y lo seco. Ahora estaba garantizada la comida. Dios podría haber creado todo de una, en un instante. Pero al crear todo paso a paso, nos deja el principio de orden y proceso para todas las cosas que emprendamos.
Dios preparaba todo para Su creación máxima, a quienes formaría a Su imagen y semejanza: Usted y yo.
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¿Qué hay en su corazón cuando piensa que Dios creó todo para su bien?
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¿Pensamos en ésto cada vez que estamos por comer algo o disfrutamos de una hermosa sombra o de un paisaje con todas las tonalidades de verde?