Día 17 (86) - Gn 29:12-20

12 Y Jacob dijo a Raquel que él era hermano de su padre, y que era hijo de Rebeca; y ella corrió, y dio las nuevas a su padre. 13 Así que oyó Labán las nuevas de Jacob, hijo de su hermana, corrió a recibirlo, y lo abrazó, lo besó, y lo trajo a su casa; y él contó a Labán todas estas cosas. 14 Y Labán le dijo: Ciertamente hueso mío y carne mía eres. Y estuvo con él durante un mes. 15 Entonces dijo Labán a Jacob: ¿Por ser tú mi hermano, me servirás de balde? Dime cuál será tu salario. 16 Y Labán tenía dos hijas: el nombre de la mayor era Lea, y el nombre de la menor, Raquel. 17 Y los ojos de Lea eran delicados, pero Raquel era de lindo semblante y de hermoso parecer. 18 Y Jacob amó a Raquel, y dijo: Yo te serviré siete años por Raquel tu hija menor. 19 Y Labán respondió: Mejor es que te la dé a ti, y no que la dé a otro hombre; quédate conmigo. 20 Así sirvió Jacob por Raquel siete años; y le parecieron como pocos días, porque la amaba. Génesis 29:12-20

Ayer quedamos en la historia donde Jacob llegó cerca de Harán y se encontró con Raquel. La saludó con un beso y se puso a llorar. Luego le dijo que él era el hijo de Rebeca, es decir era su primo. Cuando Raquel oyó eso enseguida corrió a su casa y le avisó a su papá Labán. Entonces Labán al escuchar, salió a buscarlo corriendo y lo abrazó y besó y lo trajo a su casa. Allí Jacob le contó lo que había sucedido. (No sabemos si le contó todo lo que había pasado en su casa)

Jacob se quedó a vivir en la casa de su tío. Al pasar el primer mes Labán viendo que Jacob le ayudaba en algunas tareas le dijo: estás ayudándome sin ganar nada para vos, ¿Qué sueldo quisieras ganar? La Biblia cuenta que Labán tenía dos hijas llamadas Lea, la mayor, y Raquel, la menor. Jacob se había enamorado de Raquel. Entonces le respondió: Yo te serviré siete años por Raquel tu hija menor. Labán aceptó el trato. En aquel momento de la historia se acostumbraba que la familia del varón, por lo general su papá o el mismo novio, debía pagar lo que se llamaba una dote, como un precio por llevar de la casa paterna a una hija. Jacob había huido de su casa con lo puesto y no tenía nada de dinero, asique se dispuso a trabajar durante siete años por la persona que amaba. Debemos aprender que las cosas más importantes y que dejan cosas valiosas a nuestras vidas, son fruto de esfuerzo y paciencia.

En Génesis 29:20 podemos leer: Así sirvió Jacob por Raquel siete años; y le pareció como pocos días, porque le amaba. Parece que Jacob se había enamorado de verdad. Pero… ¡Siete años! ¡Es mucho tiempo! He visto a muchos alumnos de los más grandes de la escuela que cuando se les pregunta sobre que es lo que piensan estudiar te dicen: me gustaría tal carrera, pero son 5 años de estudio, o seis, ¡O siete! O… cuando usas el celular y mandas un mensaje y a los cinco segundos decís: que le pasa que no lo ve, o… ¡que le pasa que no contesta! ¡Y solo pasaron cinco segundos! NI te digo en éstos días donde la comunicación ha pasado a ser virtual casi en un 100%.   A la mayoría no les gusta esperar, queremos todo bien rápido. Cuando vos vas a la verdulería y te comprás unas naranjas… ¿sabés cuanto tiempo tuvo que esperar el que plantó el árbol hasta que dio fruto? Un manzano puede tardar entre 5 y 10 años. Los limoneros después del tercer año. Puedes investigar luego sobre este tema. ¡Qué importante es aprender a esperar! En Eclesiastés 3 dice que Dios ha puesto a todo su tiempo. Aprende a esperar en Dios.

  • ¿Eres paciente o impaciente?

Oración:

Querido Dios Padre, gracias porque en tus manos está el tiempo. Ayúdame a saber esperar en tu voluntad. En el nombre del Señor Jesús, Amén.