Día 26 (95) - Gn 31:10-16
10 Y sucedió que al tiempo que las ovejas estaban en celo, alcé yo mis ojos y vi en sueños, y he aquí los machos que cubrían a las hembras eran listados, pintados y abigarrados. 11 Y me dijo el ángel de Dios en sueños: Jacob. Y yo dije: Heme aquí. 12 Y él dijo: Alza ahora tus ojos, y verás que todos los machos que cubren a las hembras son listados, pintados y abigarrados; porque yo he visto todo lo que Labán te ha hecho. 13 Yo soy el Dios de Bet-el, donde tú ungiste la piedra, y donde me hiciste un voto. Levántate ahora y sal de esta tierra, y vuélvete a la tierra de tu nacimiento. 14 Respondieron Raquel y Lea, y le dijeron: ¿Tenemos acaso parte o heredad en la casa de nuestro padre? 15 ¿No nos tiene ya como por extrañas, pues que nos vendió, y aun se ha comido del todo nuestro precio? 16 Porque toda la riqueza que Dios ha quitado a nuestro padre, nuestra es y de nuestros hijos; ahora, pues, haz todo lo que Dios te ha dicho. Génesis 31:10-16
Ayer quedamos cuando Jacob llamó a sus esposas después que Dios le dijo que ya era la hora de volver a casa. Empezamos a ver como fue manipulando todos los hechos para convencer a ellas de dejar ése lugar y salir camino a Canaán, lugar prometido por Dios al abuelo Abraham. Podíamos decir que está obedeciendo a Dios, pero no podemos dejar de ver que no lo estaba haciendo a la forma de Dios, sino que sigue obrando a su forma, forma que lo llevó a tomar tantas decisiones equivocadas y perjudicar tantas vidas.
Ese relato a sus esposas continúa hoy. Sigue diciendo lo que sucedió en sueños en momento donde las ovejas estaban en celo. Si volvemos a leer los últimos versículos del capítulo 30 veremos que ése era el momento en que él aprovechaba para hacer su trampa. Ese era el momento natural que el usaba para su ganancia, sin importar que ésa no era la forma en que Dios quiere que obremos.
Les dice a sus esposas que un ángel le habló en sueños. Realmente no podemos afirmar que eso haya sucedido, ya que en el texto bíblico menciona que Dios le habló después de que las ovejas ya se habían reproducido después de seis años. Pero pensemos en ambas posibilidades.
Posibilidad 1: Dios no le habló por sueños. En éste caso pudo haber manipulación de él hacia sus esposas, usando el nombre de Dios para justificar sus malos actos. (No sería la primera vez que lo haría) Hoy hay muchas personas “religiosas” que dicen que Dios le habló, pero su contexto muestra que no hay posibilidades de esa revelación. Hace poco escuchaba unos pensamientos sobre ése tipo de revelación, que está lejana a las de Apocalipsis 1:1, y quien hablaba decía que muchos piensan que Dios le habló y se preguntaba ¿Cómo saben que fue Dios o el enemigo de nuestras almas, Satanás? Dios nunca estaría de acuerdo con usar métodos deshonestos para cumplir su voluntad.
Posibilidad 2: Dios le habló por sueños. En ese momento Dios lo hacía a menudo. Pero tenemos que tener cuidado de cómo interpretamos Su Palabra. Jacob estaba interpretando que aunque él hacía trampa Dios lo permitía porque Labán le había hecho mal. Eso no está en el carácter de Dios, jamás. Lo que ese ángel estaba diciendo (si en realidad fue así) es que en efecto Dios había visto que Labán lo había engañado en cuanto a lo que sucedió con Raquel, pero que la reproducción de las ovejas no fue fruto de la “habilidad” de Jacob, sino que fue la mano de Dios cumpliendo su parte. Pero ahora tenía que Jacob cumplir su parte y volver a Canaán, pues todo lo que se siembre… se cosechará. Si Jacob no experimentaba un verdadero cambio, todo lo que había cosechado en engaño lo iba a perder, y ese no era el propósito de la promesa de Dios.
El pasaje de hoy termina muy triste, sin lugar a duda por todas las malas acciones lejos del plan de Dios. Las hermanas que tanto habían disputado ahora se ponían de acuerdo. Ambas hablan y reconocen que ya no tienen parte con su padre Labán. Ambas se muestran tremendamente dolidas, pues sienten que que su padre las ha vendido, y que había vivido todo ese tiempo con lo que había ganado de eso. Que terrible habrá sido para esas hermanas ver como su padre las usó para hacer dinero. Les podría haber dicho que eso era por ellas o para ellas, para que puedan tener un mejor futuro, pero el mismo Labán le había dicho a Jacob: "es mejor que te la de a ti y no a otra persona". ¿Para quién era mejor?
Hoy hay muchos padres que introducen a sus hijos en la delincuencia, la violencia o el abuso, con el cuento de que es lo mejor para los hijos, pero nada más están viendo su egoísmo y no el dolor de sus hijos, hasta que al pasar el tiempo los hijos se dan cuenta y pueden reaccionar. Algunos reaccionan positivamente, y se separan de la delincuencia, de la violencia o del abuso, pero otros reaccionan negativamente, y no solo que deciden seguir en el mal, sino que afecta de tal manera su vida que llegan a despreciar su vida y la de los demás, y se convierten en verdaderas bombas de tiempo.
Aquellas hermanas habían llegado a ser casi enemigas, justamente por la acción de su padre, pero ahora, en medio de su lamento y dolor, estaban de acuerdo que su padre las había vendido, y solo dependían de Jacob, aunque no estaban del todo de acuerdo en como seguir esa relación tan conflictiva. Uno de los dolores más grande para un hijo, después de perder a un padre querido, es el ser defraudado por su padre de esa manera.
Cuanto había para reflexionar sobre esa familia. Cuanto había para poner delante de Dios y pedir perdón y que Él vaya poniendo todo en su lugar. Pero nunca Dios obra si no hay en nosotros un corazón con deseo de obedecer, pero a la forma de Dios. Todavía no había eso en el corazón de Jacob.
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¿Qué hay hoy en tu corazón? ¿Qué cosas Dios tendría que cambiar de tu vida?
Puedes ahora mismo pedirle que Él obre en tí, y ponga las cosas en el lugar que deben estar.