Día 34 (103) - Gn 32:30-32

30 Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar, Peniel; porque dijo: Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma. 31 Y cuando había pasado Peniel, le salió el sol; y cojeaba de su cadera. 32 Por esto no comen los hijos de Israel, hasta hoy día, del tendón que se contrajo, el cual está en el encaje del muslo; porque tocó a Jacob este sitio de su muslo en el tendón que se contrajo. Génesis 32:30-32

Ayer estuvimos en Peniel. ¿Te acordás por que ese sitio se llamaba así? Peniel significa “El rostro de Dios”. Ahí fue dónde Jacob estuvo frente a Dios, cara a cara. Pero veamos algunas cosas más de ese momento.

1) La Biblia dice que lucharon toda la noche. ¡Que bravo que era Jacob! No quería aflojar, o como dicen algunos, no quería dar su brazo a torcer. Estaba totalmente endurecido su corazón. ¡Estaba luchando con Dios! De hecho, lo hizo siempre a lo largo de su vida. La Biblia dice que cuando el varón vio que Jacob no aflojaba le descoyuntó el muslo. Eso significa que sacó el hueso de la pierna de la articulación. En ese momento Jacob dejó de pelear y abrazó a su oponente. Tenemos que entender que aunque Dios no lo desea, aveces tiene que permitir que pasemos por un momento difícil para que podamos entender y le prestemos atención. ¡Qué bueno es saber que Dios está pensando constantemente en cada uno de nosotros y desea lo mejor, y por eso tiene que aveces permitir pruebas en nuestra vida!

2) ¿Contra quién realmente luchó Jacob? Esa persona, que la Biblia llama varón, era Dios mismo. La Biblia nos enseña que la persona de Dios está dividida en tres: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Ya hemos visto que la persona que se encarga de estar mostrando el plan de Dios al mundo es el Hijo. Por eso luego tuvo que venir a morir en la cruz. (Jesús) Esa misma persona fue la que visitó al abuelo Abraham y le dijo que Sara iba a tener un hijo, aunque ya era muy anciana. Dios Hijo aparece muchas veces en el relato de la Biblia, por ejemplo, se paseó por el horno de fuego con los amigos de Daniel. En ese momento se presentó personalmente a hacer reaccionar a Jacob y Jacob reaccionó. Se dio cuenta de su terquedad y lo abrazó. Se aferró a él y le pidió su bendición.

3) ¿Por qué le pidió su bendición si ya se la había dado su padre? Porque se dio cuenta que la forma en que la obtuvo estuvo muy mal. Ahora estaba deseando hacer las cosas bien, al modo de Dios, y solo la bendición genuina la recibe un corazón arrepentido realmente. Es importante que él mismo pudo expresar que ahora su alma había sido librada.

4) Ahora estaba haciendo lo que prometió con su voto: Jehová será mi Dios. Dios había cumplido todo lo que había prometido. Ahora era el turno de Jacob.

  • ¿Ya te has decidido por Dios? ¿Jesús es tu Dios?

Oración:

Querido Dios Padre, gracias porque siempre tu estás cumpliendo tus promesas. Ayúdame a tomar el voto de que tu seas mi Dios; deseo de corazón que tu seas mi Dios. En el nombre del Señor Jesús, Amén.