Día 38 (107) - Gn 34:4-12
4 Y habló Siquem a Hamor su padre, diciendo: Tómame por mujer a esta joven. 5 Pero oyó Jacob que Siquem había amancillado a Dina su hija; y estando sus hijos con su ganado en el campo, calló Jacob hasta que ellos viniesen. 6 Y se dirigió Hamor padre de Siquem a Jacob, para hablar con él. 7 Y los hijos de Jacob vinieron del campo cuando lo supieron; y se entristecieron los varones, y se enojaron mucho, porque hizo vileza en Israel acostándose con la hija de Jacob, lo que no se debía haber hecho. 8 Y Hamor habló con ellos, diciendo: El alma de mi hijo Siquem se ha apegado a vuestra hija; os ruego que se la deis por mujer. 9 Y emparentad con nosotros; dadnos vuestras hijas, y tomad vosotros las nuestras. 10 Y habitad con nosotros, porque la tierra estará delante de vosotros; morad y negociad en ella, y tomad en ella posesión. 11 Siquem también dijo al padre de Dina y a los hermanos de ella: Halle yo gracia en vuestros ojos, y daré lo que me dijereis. 12 Aumentad a cargo mío mucha dote y dones, y yo daré cuanto me dijereis; y dadme la joven por mujer. Génesis 34:4-12
Ayer veíamos lo que había pasado con Dina. Vimos sobre el problema de salir a “conocer el mundo” pues por ahí hay personas que están acostumbrados a ciertas formas de vida, que hasta pueden llegar a pensar que no son malas, pero están lejos del plan de Dios para el bien de las personas.
El hecho es que ese príncipe llamado Siquem, (un nombre que marcará mucho la historia del antiguo y nuevo testamento. Allí iba a suceder muchos acontecimientos) habló con su padre llamado Hamor. (Ese nombre tiene una curiosidad. La H, según se cree por los especialistas, proviene del hebreo “heth” que significa “cerrado”. Hamor… ¿tendrá algo que ver con amor cerrado?, es decir, ¿amor a mi manera cerrada de pensar?) Siquem le dijo: “Tómame por mujer a esta joven”. Se puede notar la forma en que impone su pedido a su padre. (Era la costumbre de aquella sociedad el que el padre del novio “comprara” la dote de la joven) Es también importante que no la llama por su nombre. Le dice ésta joven. ¿No conocía el nombre? Es probable. Pero lo que esa frase deja ver es que estaba más interesado en la joven que en Dina, es decir, en su juventud y hermosura que en la persona en sí.
Entra Jacob en escena, cuando se entera lo que había sucedido. No sabemos como se enteró. Posiblemente Dina haya regresado a su casa y le contó a su madre. El hecho es que Jacob esperó que sus hijos vuelvan del campo donde estaban trabajando. Hamor se dirigió a hablar con Jacob sobre el pedido de su hijo. Los hermanos de Dina se entristecieron y se enojaron mucho por lo que había pasado. Hamor, aun viendo como estaban ellos, empezó a hacer su propuesta. Estaba resuelto a cumplir con el pedido de su hijo, cueste lo que cueste. Qué problema es cuando ante la terrible conducta de un hijo, el padre encubra ese delito y trate de taparlo con dinero. Ésta historia fue unos 1750 años antes de Cristo, pero podemos ver que el mal que está en el corazón del ser humano es el mismo hoy en día. Vemos muchas veces en las noticias como hoy se trata de tapar a hijos delincuentes con poder político o económico.
Hamor comenzó diciendo que Siquem estaba muy enamorado de Dina. ¡Es su corazón, pobrecito, va a sufrir por amor! ¡Mentira! (Como muchas veces se disfraza el delito con frases falsas de cariño o sufrimiento por amor) Me imagino que mientras Hamor decía esas barbaridades, después de lo que había sucedido, la cara de los hijos de Jacob y el mismo Jacob. Hamor, entonces empezó a tratar de ganarlos con algunas propuestas. Primero les propuso ser parientes: “dadnos vuestras hijas y tomad de las nuestras”. Ahí empezó a mostrar la hilacha, como decimos en Argentina. Trató de seducir a los “muchachos” con las “chicas” de su pueblo. Habla de las mujeres como un bien de mercadeo. En segundo lugar les dice que podían habitar juntos y la tierra también sería de ellos. Ofrece tierras sabiendo que Jacob había comprado algunas, aunque eran pocas. En tercer lugar les ofrece dinero: díganme todo lo que quieren y yo se los daré a cambio de “la joven”.
Se podría seguir escribiendo sobre las propuestas de Hamor, pero ¿Qué quería Dios de Jacob? Miremos rápidamente las tres propuestas, pero a la vista del plan de Dios. Primero: ya había hablado claramente Abraham a su siervo para que busque la esposa para Isaac, e Isaac le había hablado claramente a Jacob sobre de donde tenía que ser su esposa: no podían mezclarse con pueblos paganos. Segundo: Dios había prometido que todas esas tierras serían de él y su descendencia. Tercero: La promesa de Dios era de que no les iba a faltar nada. ¿Había alguna duda?
Dejame terminar pensando en el día de hoy. ¿No pasa lo mismo? ¿No usa el enemigo las mismas escusas? Jacob no reaccionó correctamente. No supo resolver el asunto con rapidez, eso iba a traer graves problemas. El apóstol Pablo nos deja la recomendación de parte de Dios: "Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre." 1° Timoteo 6:11; y... "Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor." 2° Timoteo 2:22
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¿Cómo reaccionas cuando tienes de esas propuestas que sabes que están en contra de la voluntad de Dios?