Día 44 (113) - Gn 35:16-29

16 Después partieron de Bet-el; y había aún como media legua de tierra para llegar a Efrata, cuando dio a luz Raquel, y hubo trabajo en su parto. 17 Y aconteció, como había trabajo en su parto, que le dijo la partera: No temas, que también tendrás este hijo. 18 Y aconteció que al salírsele el alma (pues murió), llamó su nombre Benoni; mas su padre lo llamó Benjamín. 19 Así murió Raquel, y fue sepultada en el camino de Efrata, la cual es Belén. 20 Y levantó Jacob un pilar sobre su sepultura; esta es la señal de la sepultura de Raquel hasta hoy. 21 Y salió Israel, y plantó su tienda más allá de Migdal-edar. 22 Aconteció que cuando moraba Israel en aquella tierra, fue Rubén y durmió con Bilha la concubina de su padre; lo cual llegó a saber Israel. Ahora bien, los hijos de Israel fueron doce: 23 los hijos de Lea: Rubén el primogénito de Jacob; Simeón, Leví, Judá, Isacar y Zabulón. 24 Los hijos de Raquel: José y Benjamín. 25 Los hijos de Bilha, sierva de Raquel: Dan y Neftalí. 26 Y los hijos de Zilpa, sierva de Lea: Gad y Aser. Estos fueron los hijos de Jacob, que le nacieron en Padan-aram. 27 Después vino Jacob a Isaac su padre a Mamre, a la ciudad de Arba, que es Hebrón, donde habitaron Abraham e Isaac. 28 Y fueron los días de Isaac ciento ochenta años. 29 Y exhaló Isaac el espíritu, y murió, y fue recogido a su pueblo, viejo y lleno de días; y lo sepultaron Esaú y Jacob sus hijos. Génesis 35:16-29

Después de adorar, salieron de Betel. Llegaron a una zona llamada Efrata. Allí fue donde Raquel comenzó con el trabajo de parto. ¿Sabés que es eso? Es cuando un bebé está por nacer y en éste caso denota que las cosas fueron más difíciles que en  cualquier otra oportunidad. Raquel había robado los ídolos de su padre pensando que ellos la ayudarían pero luego se dio cuenta que de nada servían, que solo Dios puede hacer las cosas. Unos días atrás había entregado todos sus dioses y había ido a adorar al Dios verdadero. Dios le había dado la oportunidad a Raquel de llegar al altar, aunque su embarazo estaba muy avanzado. ¡qué importante es aprovechar las oportunidades que nos da Dios! Raquel aparentemente la aprovechó.

La Biblia nos da la triste noticia que al dar a luz a Benjamín, es decir cuando Benjamín nació, ella murió. ¡Que triste momento! Aunque no lo podemos entender, Dios siempre de antemano prepara todas los cosas. Le dio la oportunidad a Raquel de acercarse a él y ayudó, aun con los problemas a que naciera Benjamín, ¿sabés en que lugar? En Belén. ¿Te suena ese nombre? Si, es el mismo lugar donde unos 1800 años después iba a nacer Jesús.

1800 años dividen la historia de Raquel de la de Jesús. Raquel pasó a la eternidad y Jesús vino desde la eternidad. Raquel murió y Jesús nació. Raquel es la muestra de lo que los seres humanos debemos pasar como resultado de nuestros pecados y Jesús es la muestra del amor de Dios por cada uno de nosotros. La muerte es el pago, Jesús es el regalo.

En medio de la lectura de hoy aparece un versículo, (el 22) dónde cuenta lo que hizo Rubén, el primogénito, con una de las concubinas de su padre y Jacob lo supo. Parece que estuviera fuera de contexto, pero eso no sucede en las Sagradas Escrituras. Nos está diciendo que habían venido de tener una oportunidad de encontrarse con Dios, pero Rubén no parece haberla aprovechado, sino que en vez de elegir la buena opción eligió la que lo llevó a cometer un hecho lamentable. Éste versículo nos muestra que no hay nada oculto a los ojos de Dios y como el corazón del ser humano está constantemente inclinado a hacer el mal.

Luego menciona a los 12 hijos varones, indicando de cual de las cuatro esposas los tuvo. ¡Cuántas cosas que Jacob había hecho mal en su vida! ¡Cuanto sembró para mal! Ahora mismo lo seguía cosechando. No por el nacimiento de sus hijos, sino por los actos que ellos hacían en contra de los principios de Dios, como hemos estado viendo.

Finalmente el pasaje termina con la muerte de Isaac, a la edad de 180 años, cinco más que su padre Abraham. Viejo y lleno de días, eso indica que iba a ser de los últimos en llegar a esa edad. Esaú y Jacob, que durante tantos años habían estado distanciados, ahora estaban juntos despidiendo a su padre.

Oportunidades. Continuamente las tenemos, para hacer lo correcto o no. Nosotros elegimos. ¿Siempre va a ser así? Claro que no. Debemos aprovechar los instantes que Dios nos da, como lo hizo Raquel, pues ¿Quién podía pensar que iba a morir dando a luz a Benjamín?. Ahora es el momento de arreglar las cuentas con Dios, si aún no lo haz hecho.

  • ¿Estás aprovechando la oportunidad que Dios te da hoy?

Oración:

Querido Dios Padre, gracias porque siempre me das oportunidades. Hoy quiero aprovecharla como si fuera la última. Te pido que me perdones por todos mis pecados y entrego mi vida en tus manos. En el nombre del Señor Jesús, Amén.