Día 12 (126) - Gn 39:21-23

21 Pero Jehová estaba con José y le extendió su misericordia, y le dio gracia en los ojos del jefe de la cárcel. 22 Y el jefe de la cárcel entregó en mano de José el cuidado de todos los presos que había en aquella prisión; todo lo que se hacía allí, él lo hacía. 23 No necesitaba atender el jefe de la cárcel cosa alguna de las que estaban al cuidado de José, porque Jehová estaba con José, y lo que él hacía, Jehová lo prosperaba. Génesis 39:21-23

Ayer vimos sobre la estrategia usada por la esposa de Potifar para culpar a José, luego de su fallido acoso. Hemos visto el dilema de Potifar entre las palabras de su esposa, los hechos que ella relataba y la confianza que él le tenía a José. EL hecho es que aquella acusación que era para muerte fue cambiada por el mismo Potifar que se encargó personalmente de llevar a José a la cárcel. No sabemos cuanto tiempo estuvo José en la casa de Potifar pero fue el suficiente como para que José diera el testimonio de una persona íntegra. Y aunque no sabemos lo que pasó realmente por la mente de Potifar en ése momento, si sabemos que José no dejó de ser un hombre íntegro, desechando la seducción del pecado para conservar su comunión con Dios. 

El pasaje de hoy cuenta sobre los primeros días de José como esclavo preso. No había cambiado su situación de esclavo, pero ahora se agregaba la de preso. La cárcel era la que estaban los presos del rey.  Pero se vuelve a repetir la afirmación de que Jehová estaba con José. Es bueno volver a remarcar que Dios siempre está con los que invocan su nombre, pero aquí la frase va más allá. Está queriendo expresar que Dios se hacia visible en la conducta de José. Nos muestra que había una fuerte comunión entre Dios y José. La diferencia con el versículo 2 y 21, es que el primero dice que estaba con él y fue un varón próspero, y en el segundo dice que le extendió su misericordia. No queda lugar a duda que José estaba pasando una momento muy difícil, pues cuando parecía que todo se iba acomodando, apareció la esposa de Potifar y arruinó ese progreso. Cuando estaba acomodado en la casa de Potifar, pasó a la cárcel. Cuando tenía movimiento en un lugar amplio como la casa del jefe de la guardia, pasó a un lugar cerrado y seguramente con nada de contacto hacía la vida exterior. Su fe se ve intacta, pero no podemos dejar de pensar en que su ánimo se vio afectado, por eso Dios le extendió su misericordia. Dios se pone a nuestro lado en esos momentos dónde necesitamos apoyo que salga desde adentro para poder mitigar el dolor en nuestro ánimo y mente. 

Dios actuó de inmediato. Hizo que el jefe de la cárcel vea en José lo mismo que vio Potifar desde el principio. Vuelve a aparecer también la frase: “le dio gracia ante los ojos de”. Antes fue Potifar, ahora el jefe de la cárcel. Fue tal la confianza ganada que lo puso a José como cuidador de todos los presos. Dice que todo lo que se hacía allí, José lo hacía. ¿Habrá tenido José manejo de las llaves? No lo sabemos. Pero el tiempo que el preso común invierte para planear su escape, José lo invertía en atender a todos los que estaban en la misma condición que él. 

Acá nos tenemos que detener para darnos cuenta de que quiere Dios de nosotros. Decíamos que Dios extendió su misericordia.  El término en español misericordia,  viene del latín misercordis. MISER es “miserable, desdichado”, COR es “corazón” y DIS es “dar, entregar”. Es decir que misericordia es la capacidad de sentir de corazón la miseria del otro. Muchas veces nos sucede de que como ya tenemos el amor de Dios y su consuelo, no podemos entender a los que aún viven sin Dios. Hay muchos cristianos que han tenido la bendición de nacer en un hogar cristiano y entonces nunca han estado en un contacto directo, íntimo, con el dolor profundo del pecado. José había experimentado en carne propia lo que era ser despreciado, traicionado y perjudicado. José podía comprender a cada uno de los presos que estaban allí. No quiero decir que ellos eran inocentes, sino que ellos, aún con sus malos actos, no dejaron de ser seres humanos con vivencias terribles que los llevaron a cometer los delitos que hicieron, los cuales solo agravaron el mal que hay en sus vidas. ¿Cómo vamos a amar a las almas perdidas si no sabemos que sienten? Es por eso que Dios tantas veces permite que pasemos por pruebas para que podamos entender a los que sufren y no tienen la misericordia de Dios, que nosotros sí tenemos. NO tienen el consuelo que nosotros sí tenemos gracias al Espíritu Santo. 

José nos desafía a poder comprender el corazón del que está perdido. Dios tuvo misericordia de José y como Dios estaba con José, José tuvo misericordia por los presos y por eso los atendía y mostraba cada día la misericordia de Dios. José hacía la tarea en forma de servicio a Dios. José nos muestra la verdadera forma de servir a Dios. Nunca olvidemos: Dios odia el pecado, pero ama al pecador; un día nosotros también fuimos pecadores condenados, pero por la misericordia de Dios, ahora somos pecadores perdonados, redimidos, consolados y  amparados por el amor de Dios.

  • ¿Qué piensas de los pecadores condenados que están a tu alrededor?

Oración:

Querido Dios Padre, gracias porque has tenido por mi misericordia.  Ayúdame a ser como tú y tener misericordia por los que están a mi alrededor. En el nombre del Señor Jesús, Amén.