Día 21 (135) - Gn 41:47-53

47 En aquellos siete años de abundancia la tierra produjo a montones. 48 Y él reunió todo el alimento de los siete años de abundancia que hubo en la tierra de Egipto, y guardó alimento en las ciudades, poniendo en cada ciudad el alimento del campo de sus alrededores. 49 Recogió José trigo como arena del mar, mucho en extremo, hasta no poderse contar, porque no tenía número. 50 Y nacieron a José dos hijos antes que viniese el primer año del hambre, los cuales le dio a luz Asenat, hija de Potifera sacerdote de On. 51 Y llamó José el nombre del primogénito, Manasés; porque dijo: Dios me hizo olvidar todo mi trabajo, y toda la casa de mi padre. 52 Y llamó el nombre del segundo, Efraín; porque dijo: Dios me hizo fructificar en la tierra de mi aflicción. 53 Así se cumplieron los siete años de abundancia que hubo en la tierra de Egipto.   Génesis 41:47-5 3

Ayer estuvimos viendo sobre los números de José. Hoy seguimos con la historia que lo ubica a José, con treinta años de edad como gobernador general de Egipto en el comienzo de los 7 años de abundancia. El mismo había recomendado cosas a Faraón que se debía hacer. Ahora él tenía que llevar a cabo todo lo que sugirió. Las ideas eran muy buenas, pero había que probarlas en la realidad de los primeros 7 años. José estaba seguro de que era lo mejor, no porque había sido una genialidad que sacó de la galera, sino que Dios mismo había guiado su mente e ideas para decir lo que era correcto hacer. Muchas veces aconsejamos o hacemos una crítica (en el buen sentido) de una cierta acción que recomendamos o hemos visto en otros. Que sorpresa es el que acepten tu propuesta pero que vos mismo la tengas que llevar a cabo. Lo mismo pasa con las oraciones. Muchas veces pedimos a Dios por alguien y no nos imaginamos que Dios puede usarnos para ayudar a ese alguien.

Se nota que José no perdió tiempo. No empezó a proyectar y ver cuando y como había que empezar. No. Enseguida empezó a quintar la tierra de Egipto, que de hecho era bastaste estéril para la agricultura. Pero durante esos años años la tierra dio fruto a montones. Construyó graneros en cada localidad. Y todo lo que se juntaba en esa zona iba al granero de ésa zona. Por eso cada gobernador de zona se encargaba, bajo la supervisión de José, de sembrar y cosechar todo lo que más pudiera.

Todo el grano que José recogió fue tanto que no se pudo seguir contando. La Biblia dice que ya no había número para hacerlo. Los libros de historia cuenta que los egipcios tenían para identificar los números símbolos o jeroglíficos. El “hombre adorando” era el de mayor valor que representaba a 1.000.000 de unidades. Quiere decir que superó los 999.999.999.999 de unidades para no poder contar el grano acumulado.

Hace un par de días veíamos la necesidad de José de tener una familia, cosa que no había tenido los últimos 13 años. Vimos que se casó con Asenat, hija de Potifar. Luego les nacieron dos hijos. El mayor fue Manasés, que significa “el que hace olvidar”. Eso no quiere decir que no se acordaba de su padre y su casa, sino que está expresando que todo ese trabajo tan cansador que había hecho durante esos 13 años, y la necesidad de ese cariño y afecto que solo puede dar una familia, ahora lo tenía por su esposa, pero se completaba con su hijo. Luego nace Efraín, que significa “fructífero”, pues Dios lo había hecho fructificar en la tierra de los egipcios.

Así fueron pasando los siete años de abundancia. Es importante poder destacar que esos 7 años se trabajó pensando en lo que vendría después. Se sabía con exactitud que 7 años de hambre vendrían y había que prepararse. Hoy no sabemos con esa exactitud lo que va a suceder.  Podríamos pensar un poco en lo que sucedió, algunos años atrás en la pandemia.  De hecho no sabíamos cuanto se iba va a prolongar la cuarentena en la zona del AMBA en dónde vivo. Pero podemos ver en la Biblia que nos dice que debemos estar preparados.  Y aunque no lo podíamos entender en plenitud, Dios ha permitido que suceda ésa pandemia, y también ha permitido la cuarentena y el aislamiento, y eso no significa en que esté de acuerdo, pero lo está permitiendo para hacer algo en nosotros. Todo tiempo es bueno para estudiar la Palabra de Dios, pero en esa cuarentena pudo haber sido un tiempo ideal para profundizar ese estudio y poder recibir de Dios lo que Pablo le dijo a Timoteo en la segunda carta y el capítulo 3:  “1  También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. 14 Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; 15 y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. 16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto,  enteramente preparado  para toda buena obra”

  • ¿Estás aprovechando éste tiempo para prepararte?

Oración.

Querido Padre Dios, gracias porque en tu Palabra puedo ver que en todo tiempo tengo que prepararme en ella. Ayúdame a aprovechar éste tiempo para profundizar en el estudio de tu Palabra y poder conocerte más a ti y al Señor Jesucristo, y poder estar preparado para toda buena obra. Te lo pido en el nombre del Señor Jesús, Amén.