Día 30 (144 ) - Gn 43 : 11 - 15
11 Entonces Israel su padre les respondió: Pues que así es, hacedlo; tomad de lo mejor de la tierra en vuestros sacos, y llevad a aquel varón un presente, un poco de bálsamo, un poco de miel, aromas y mirra, nueces y almendras. 12 Y tomad en vuestras manos doble cantidad de dinero, y llevad en vuestra mano el dinero vuelto en las bocas de vuestros costales; quizá fue equivocación. 13 Tomad también a vuestro hermano, y levantaos, y volved a aquel varón. 14 Y el Dios Omnipotente os dé misericordia delante de aquel varón, y os suelte al otro vuestro hermano, y a este Benjamín. Y si he de ser privado de mis hijos, séalo. 15 Entonces tomaron aquellos varones el presente, y tomaron en su mano doble cantidad de dinero, y a Benjamín; y se levantaron y descendieron a Egipto, y se presentaron delante de José.
A yer empezamos con el capítulo 43 de génesis, en donde Judá trata de convencer a Israel de que deje ir a Benjamín a Egipto para poder ir en busca de comida. Planteamos que éste capítulo lo podemos dividir en tres. Empezamos con la primera parte que fue la discusión entre Judá e Israel. Hoy seguimos con la segunda parte que es la decisión de Israel y mañana con la tercera parte.
Ahí estaba Israel, que a pesar de su avanzada edad, podía comprender la inmensa responsabilidad de su decisión, pues de ella dependían las 65 personas que lo rodeaban como familia. Por un lado podía ver la juventud de Benjamín y ver en él reflejado el amor que tenía por su amada Raquel que se fue a la eternidad al nacer el mismo Benjamín. Y al mismo tiempo era inevitable pensar en lo que había pasado con José, según él, por supuesto. Pero al levantar un poco más la mirada podía ver al resto de sus hijos, hombres que le habían traído innumerables problemas durante todos esos últimos largos años, llenos de dolor y tristeza. Pero también estaban las mujeres y los niños, posiblemente con una mirada de esperanza en que el abuelo Israel dejara ir a Benjamín y no corrieran peligro sus vidas.
En medio de esos momentos parece que Jacob repite un error de toda su vida, primero actuar y después buscar a Dios. Eso lo podemos ver a la hora de su hablar.
Primero les dice, como quién no está de acuerdo, pero entiende que no tiene otra salida, que pueden entonces ir a Egipto. (Notar que no dijo de entrada: está bien lleven a Benjamín)
Segundo les dice como preparar un bagaje que pueda gustar al señor de Egipto de tal manera que pueda apaciguar su carácter. Les dice que lleven de lo mejor de los regalos que podían llevar, para poder caer en gracias delante de los ojos de ese señor. (Eso es algo que Dios puede hacer sin necesidad de nada material, como le había pasado a José con Potifar o el jefe de la cárcel)
Lo tercero tiene que ver con el dinero. Debían llevar el doble de dinero, es decir, lo de la compra anterior y la de ésta oportunidad, y lo debían llevar en la mano, es decir, que al llegar el señor viera que la voluntad de ellos es pagar, para que no tenga en cuenta el problema del dinero del primer viaje.
En cuarto lugar les dice algo que hasta ahora no había dicho, y parece que esperaba hasta lo último: junto con esas cosas lleven a Benjamín. ¡por fin lo estaba expresando con sus propias palabras! Aquellos 9 hombres estaban esperando escuchar lo que finalmente llegó. Ahora podían salir con prontitud hacia aquel lugar tan necesario de una vez.
Nos podemos preguntar, aunque podemos entender lo difícil que era para ese anciano dejar ir a su hijo menor, ¿por qué esperar tanto? ¿por qué esperar hasta el último momento? Creo que acá viene la respuesta.
Recién en quinto lugar Israel expresó: “ Y el Dios Omnipotente os dé misericordia delante de aquel varón, y os suelte al otro vuestro hermano, y a este Benjamín.” ¿por qué no lo hizo primero? ¿por qué no buscó la bendición de Dios en primer lugar? Reconoce que Dios es Omnipotente, es decir que todo lo puede, y eso significa que puede tomar determinaciones que a mi persona no le agrade, aunque, sin que lo pueda entender, sea lo mejor sin lugar a dudas. Muchas veces has leído que escribí que Jacob primero actuaba y luego buscaba a Dios, y creo que eso seguía así. Pero tuvo que reconocer que Dios es el que tiene la palabra final y uno solo lo que puede hacer es retardar las cosas, pues Dios es el único Soberano. Por eso debe decir con santa resignación: “ Y si he de ser privado de mis hijos, séalo”. Se trata de aceptar la voluntad de Dios. Por ahí siempre debemos comenzar. Por eso el salmista puede decir: Lampara es a mis pies tu Palabra y lumbrera a mi camino (Salmos 119:105) Su voluntad, su Palabra, es la que guía nuestro caminos, nuestras decisiones y por dónde debemos ir, y no dilatar los tiempos de Dios.
Y los hijos hicieron obedientemente todo: primero prepararon los regalos, luego tomaron el dinero y por último a Benjamín, y salieron hacia Egipto y sin problemas, allí llegaron. Ante José.
Pero podemos también ver un detalle no menor en esta historia. Queda bien en claro que Jacob y toda su familia tenían mucho dinero y muchos bienes, ´pero podían morir de hambre. En primer lugar vemos como Dios es el que provee en realidad la comida. Una vez un niño le preguntó a su mamá: ¿por qué le damos gracias a Dios por la comida, si la tenemos gracias a que vos y papá trabajan? La mamá, muy acertadamente le contestó para que el niño pueda entender en principio que Dios les daba la salud y el trabajo para poder hacerlo, pero aún así, ellos podían ganar el dinero, pero si Dios no hacía crecer las plantas de la tierra, no habría la materia prima para elaborar los alimentos. Por eso le damos gracias a Dios. Aquel niño pudo entender.
En aquel momento ya iban dos años donde la tierra no daba absolutamente nada. Donde Dios ¿le prohibió a la tierra dar fruto o no actuó para que ella diera su fruto? Creo que posiblemente fue lo segundo, pero tiene autoridad también para lo primero, pues esa fue la orden que dio a la tierra en Génesis 1. Por lo tanto no importan las riquezas que el ser humano pueda poseer, aun así depende de la obra de Dios sobre la naturaleza. Y eso nos lleva a pensar en un segundo punto. Las cosas naturales son solo un ejemplo para que podamos entender las espirituales. Por eso no hay nada que podamos hacer para alcanzar la eternidad en el cielo. Podemos ser la persona más rica del mundo, podemos ser la mejor persona del mundo, podemos ser la persona más inteligente del mundo, podemos ser la persona más famosa del mundo, pero ninguna de esas cosas nos da la entrada al cielo. Solo Jesús es el camino al cielo y no hay otro camino. No hay nada que nosotros podamos hacer para llegar a Dios, por eso Dios vino al mundo en el Hijo para que creyendo en él tengamos vida eterna.
¿Cumples con la voluntad de Dios en tu vida?
¿Como buscas la voluntad de Dios?