Día 45 (159) - Gn 47:11-26
11 Así José hizo habitar a su padre y a sus hermanos, y les dio posesión en la tierra de Egipto, en lo mejor de la tierra, en la tierra de Ramesés, como mandó Faraón. 12 Y alimentaba José a su padre y a sus hermanos, y a toda la casa de su padre, con pan, según el número de los hijos. 13 No había pan en toda la tierra, y el hambre era muy grave, por lo que desfalleció de hambre la tierra de Egipto y la tierra de Canaán. 14 Y recogió José todo el dinero que había en la tierra de Egipto y en la tierra de Canaán, por los alimentos que de él compraban; y metió José el dinero en casa de Faraón. 15 Acabado el dinero de la tierra de Egipto y de la tierra de Canaán, vino todo Egipto a José, diciendo: Danos pan; ¿por qué moriremos delante de ti, por haberse acabado el dinero? 16 Y José dijo: Dad vuestros ganados y yo os daré por vuestros ganados, si se ha acabado el dinero. 17 Y ellos trajeron sus ganados a José, y José les dio alimentos por caballos, y por el ganado de las ovejas, y por el ganado de las vacas, y por asnos; y les sustentó de pan por todos sus ganados aquel año. 18 Acabado aquel año, vinieron a él el segundo año, y le dijeron: No encubrimos a nuestro señor que el dinero ciertamente se ha acabado; también el ganado es ya de nuestro señor; nada ha quedado delante de nuestro señor sino nuestros cuerpos y nuestra tierra. 19 ¿Por qué moriremos delante de tus ojos, así nosotros como nuestra tierra? Cómpranos a nosotros y a nuestra tierra por pan, y seremos nosotros y nuestra tierra siervos de Faraón; y danos semilla para que vivamos y no muramos, y no sea asolada la tierra.
20 Entonces compró José toda la tierra de Egipto para Faraón; pues los egipcios vendieron cada uno sus tierras, porque se agravó el hambre sobre ellos; y la tierra vino a ser de Faraón. 21 Y al pueblo lo hizo pasar a las ciudades, desde un extremo al otro del territorio de Egipto. 22 Solamente la tierra de los sacerdotes no compró, por cuanto los sacerdotes tenían ración de Faraón, y ellos comían la ración que Faraón les daba; por eso no vendieron su tierra. 23 Y José dijo al pueblo: He aquí os he comprado hoy, a vosotros y a vuestra tierra, para Faraón; ved aquí semilla, y sembraréis la tierra. 24 De los frutos daréis el quinto a Faraón, y las cuatro partes serán vuestras para sembrar las tierras, y para vuestro mantenimiento, y de los que están en vuestras casas, y para que coman vuestros niños. 25 Y ellos respondieron: La vida nos has dado; hallemos gracia en ojos de nuestro señor, y seamos siervos de Faraón. 26 Entonces José lo puso por ley hasta hoy sobre la tierra de Egipto, señalando para Faraón el quinto, excepto solo la tierra de los sacerdotes, que no fue de Faraón.
Ayer vimos la primera parte del capítulo 47 con el diálogo de Faraón con los hermanos de José y luego Jacob. Faraón permitió que toda la familia de José viviera en Gosén y que José viera cuales de sus hermanos eran capaces y que los ponga por mayorales del ganado del Faraón.
El pasaje de hoy muestra como fueron avanzando los años de hambre y las cosas se fueron complicando. José alimentaba a toda su familia dando la ración correspondiente. Ya hemos visto que José seguía administrando todo con total transparencia, y no daba privilegios a nadie, pues su tarea era que nadie pasara hambre.
Llegó un momento en donde la gente se fue quedando sin dinero para ir a Jóse y comprar alimentos, y el hambre era grave, entonces fue todo Egipto a José por ayuda, para que pueda haber alguna solución.
El capítulo 47 de Génesis tendría que estar en el despacho de presidentes y gobernadores de todo el mundo, pues allí podemos apreciar no solo como enfrentar una crisis extrema, sino como ser justo como administradores de los recursos de un país.
El primer paso que dio José luego de que la gente no tenía más dinero, fue decirles que traigan sus ganados y él se los comprará. Seguramente para muchos no habrá sido fácil desprenderse de sus animales, pero la prioridad era que las familias pudieran comer. Me imagino que varios habrán criticado a José por sacarles los animales a la gente, pero el trato era correcto y no estaba en su pensamiento estafar a nadie, sino dar una solución legítima a tan grande problema. El pago parece que fue bueno pues todo ese año tuvieron alimento. Pero al año siguiente ya no tenían más dinero de los animales, y fueron nuevamente a José y le dijeron que ya solamente les quedaba su tierra y ellos mismos.
La gente le propuso a José que los compre a ellos y a sus tierras. ¡Qué propuesta tan terrible! Sin lugar a duda cada familia estaba desesperada por poder sobrevivir a un momento tan difícil. Pero creo que al mismo tiempo la gente confió en José. Todos esos años fueron testigos de la honestidad y laboriosidad que él tuvo para que todos tengan lo necesario para vivir, por eso al evaluar la situación decidieron ser siervos de José y el Faraón.
Entonces José compró toda la tierra de Egipto para Faraón. Todo el dinero de Egipto estaba en poder de Faraón administrado por José. Toda la tierra de Egipto estaba en poder de Faraón también administrada por José. Todo el ganado de Egipto estaba en poder de Faraón administrado por José, y todas las personas de Egipto estaban en poder de Faraón. ¿Es justo hacer algo así? ¿Puede una persona absorber todo el poder de un país de esa manera? Mucha gente, y más en la actualidad estaría en total desacuerdo y harían gran protesta por una cosa así, pero lo central en esos casos es la intención que tiene esa persona que ejerce el poder. Si su intención es ser cada vez más poderoso, se está en un grave problema, pero si su intención es poder sostener a todos durante el tiempo de hambre y que nadie muera de hambre, y luego dar la salida a semejante crisis, entonces las cosas son muy diferentes.
José trajo a toda la gente a vivir a las ciudades, pues todos habían vendido sus tierras. Se hace la aclaración que la única zona que no compró fue la de los sacerdotes, pues ellos eran alimentados por el Faraón, muy similar a como se manejan muchos países actualmente.
Y entonces hizo algo maravilloso. Por eso dije que tendría que estar este pasaje en el despacho de los gobernantes de todo el mundo. Toda la gente estaba en la ciudad. ¿Qué iba a hacer toda esa multitud? ¿José les daría de comer mientras ellos no harían nada? No olvidemos que él los había comprado. No, claro que no. José quería que la gente no perdiera su dignidad, que se sintieran valiosos y útiles, no solo para Faraón, sino también para sus familias.
Les dijo que le daría semillas, y que ellos tenían que ir a sembrar. Por esto se deduce que ya estaban por terminar los años de hambre, pero que la gente no tenía nada de nada. Les dijo que de lo que cosecharan, un 20% lo darían a Faraón, pero que el otro 80% sería para ellos y su familia. Podemos decir que José inventó como un impuesto, pero que era, sin lugar a duda, por el bien de todas las personas.
Quedó más que claro que la intención fue ayudar a todas las personas, que ninguna pasara hambre y que se haga todo legítimamente.
Toda la gente le agradeció a José por haberles salvado la vida y dar la salida a tan grande problema. Un maravilloso ejemplo de una conducta preparada durante 13 años en el curso intensivo de Dios en la vida de un corazón dispuesto a hacer todo a la forma de Dios, y siendo un hijo preferido, siendo un esclavo, siendo un preso o siendo el señor de Egipto, siempre haría las cosas bajo las formas y voluntad de Dios.
- ¿Qué podría hacer usted para ayudar a quien está en una situación difícil?
- ¿Qué hace usted por los que están en autoridad y deben decidir sobre las medidas a tomar por el bien de las personas?
Oremos:
Querido Padre Dios, gracias porque deseas preparar a cada uno de tus hijos para que puedan mostrar con sus buenas decisiones tu amor por todas las personas. El ejemplo de José me desafía a poder preparar mi vida para que la uses según tu voluntad para ser luz a todos los que puedan pasar por necesidad, y más a los que están con necesidad de salvación. En el nombre del Señor Jesús, Amén.