Día 3 (20) - Gn 6:9-13

9 Estas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé. 10 Y engendró Noé tres hijos: a Sem, a Cam y a Jafet. 11 Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia. 12 Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra. 13 Dijo, pues, Dios a Noé: He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra. Génesis 6:9-13

Continúa el relato del día de ayer resaltando la conducta de Noé. Noé era un varón justo. Es decir que trataba de hacer exactamente lo que Dios había indicado a través de sus antecesores. No debemos olvidar que las páginas de la Biblia se empezarían a escribir unos 1000 años después. También dice que era perfecto en sus generaciones. No quiere decir que no pecaba, sino que era completo. Es decir que en todo lo que involucra su persona era justo. No lo era solo con sus hijos y no con su esposa y vecinos, sino trataba de poner en obra la justicia de Dios a cada uno en particular y la aplicaba en todas sus relaciones interpersonales, a pesar de vivir en una sociedad tan diferente a él. Noé logró ser justo y completo pues “Con Dios caminó Noé”.

De él nacieron tres hijos: Sem, Cam y Jafet, cuando Noé tenía alrededor de 500 años, según el capítulo 5.

Llamó Dios a Noé y le dio las indicaciones de cómo debía hacer el arca, para salvar a su familia y a todos los animales del diluvio. Noé tenía que hacer el arca exactamente como Dios le indicaba. A veces nosotros queremos hacer las cosas a nuestro antojo. Satanás quiere que no obedezcamos a Dios en todo y nos anima a desobedecer. Si Noé hubiese desobedecido, aunque sea, algo pequeño, todos hubieran corrido peligro. Además, no podemos dejar de la lado, el hecho de que Noé tenía que trabajar pensando en que la pena de muerte sería para todos aquellos que no quisieran recibir el perdón. Eso incluía a parientes, amigos, vecinos o personas en general que él conocía. Se iba a esforzar a lo máximo por amor a Dios en primer lugar, pero como era justo, por amor a todos los que le rodeaban.

Por eso, camina cada día con Dios, como Enoc y Noé. Y escucha lo que Dios te pide, y no cambies nada de lo que dice la Biblia y entonces te va a ir bien cómo le fue a Noé y su familia.

  • Piensa en dos cosas que Dios te pide para que te vaya bien.

  • Piensa dos cosas que Satanás te pide para perjudicarte aunque parecen atractivas.

Oración:

Querido Dios Padre, gracias porque te ocupas de mi, como te ocupaste de Noé. Ayúdame a ser como Noé a obedecerte en todo. En el nombre de Jesús, Amén