Día 8 (25) - Gn 9

                     
 

Este capítulo se lo puede dividir en dos partes.


Bendijo Dios a Noé y a sus hijos, y les dijo: Fructificad y multiplicaos, y llenad la tierra. 2 El temor y el miedo de vosotros estarán sobre todo animal de la tierra, y sobre toda ave de los cielos, en todo lo que se mueva sobre la tierra, y en todos los peces del mar; en vuestra mano son entregados. 3 Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento: así como las legumbres y plantas verdes, os lo he dado todo. 4 Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis. 5 Porque ciertamente demandaré la sangre de vuestras vidas; de mano de todo animal la demandaré, y de mano del hombre; de mano del varón su hermano demandaré la vida del hombre. 6 El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre. 7 Mas vosotros fructificad y multiplicaos; procread abundantemente en la tierra, y multiplicaos en ella. 8 Y habló Dios a Noé y a sus hijos con él, diciendo: 9 He aquí que yo establezco mi pacto con vosotros, y con vuestros descendientes después de vosotros; 10 y con todo ser viviente que está con vosotros; aves, animales y toda bestia de la tierra que está con vosotros, desde todos los que salieron del arca hasta todo animal de la tierra. 11 Estableceré mi pacto con vosotros, y no exterminaré ya más toda carne con aguas de diluvio, ni habrá más diluvio para destruir la tierra. 12 Y dijo Dios: Esta es la señal del pacto que yo establezco entre mí y vosotros y todo ser viviente que está con vosotros, por siglos perpetuos: 13 Mi arco he puesto en las nubes, el cual será por señal del pacto entre mí y la tierra. 14 Y sucederá que cuando haga venir nubes sobre la tierra, se dejará ver entonces mi arco en las nubes. 15 Y me acordaré del pacto mío, que hay entre mí y vosotros y todo ser viviente de toda carne; y no habrá más diluvio de aguas para destruir toda carne. 16 Estará el arco en las nubes, y lo veré, y me acordaré del pacto perpetuo entre Dios y todo ser viviente, con toda carne que hay sobre la tierra. 17 Dijo, pues, Dios a Noé: Esta es la señal del pacto que he establecido entre mí y toda carne que está sobre la tierra. 18 Y los hijos de Noé que salieron del arca fueron Sem, Cam y Jafet; y Cam es el padre de Canaán. 19 Estos tres son los hijos de Noé, y de ellos fue llena toda la tierra.

La primera es el ordenamiento de las cosas después del diluvio. En el capítulo 1 Dios había indicado que todo lo que tenía que ver con el reino vegetal era para comer. Ahora permite agregar a la dieta alimentaria “ Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento: así como las legumbres y plantas verdes, os lo he dado todo”. Es decir, así como hasta ahora ha sido las legumbres y plantas, también lo serán los animales. Además debe decir que para que se use como comida había que matarlo y dejar salir toda la sangre. El nuevo clima que se instaló sobre toda la tierra hacía necesario el consumo de carne animal. El pecado no solo había traído el diluvio, sino también, como Dios había dicho desde el principio, la muerte de los seres humanos y ahora la de los animales para que los seres humanos pudiesen vivir. Cabe también aclarar que a partir del diluvio, parte de la tierra no dará su fruto, pues se convirtieron en climas y suelos resistentes a la vida vegetal y además las estaciones provocan que solo se pueda plantar y cosechar una vez al año.

Dios les dice a Noé y su familia palabras que antes le había dicho a Adán y Eva. Allá porque de dos personas se tenía que poblar la tierra, ahora porque de seis personas, los tres hijos y sus esposas, también se tenía que poblar la tierra, pues sobre toda la tierra solo habían quedado 8 personas. Luego Dios hace el pacto con el ser humano que ya vimos el día de ayer y lo sella con un arco iris.

Al terminar esta primera parte menciona a un nieto de Noé, el hijo de Cam: Canaán. En principio se puede ver que será integrante de la segunda parte del capítulo, pero más adelante  ese nombre tomará una dimensión tal, que será su tierra la que Dios destinará a su pueblo escogido del antiguo testamento: Israel.


20 Después comenzó Noé a labrar la tierra, y plantó una viña; 21 y bebió del vino, y se embriagó, y estaba descubierto en medio de su tienda. 22 Y Cam, padre de Canaán, vio la desnudez de su padre, y lo dijo a sus dos hermanos que estaban afuera. 23 Entonces Sem y Jafet tomaron la ropa, y la pusieron sobre sus propios hombros, y andando hacia atrás, cubrieron la desnudez de su padre, teniendo vueltos sus rostros, y así no vieron la desnudez de su padre. 24 Y despertó Noé de su embriaguez, y supo lo que le había hecho su hijo más joven, 25 y dijo:     Maldito sea Canaán;    Siervo de siervos será a sus hermanos. 26 Dijo más:    Bendito por Jehová mi Dios sea Sem,    Y sea Canaán su siervo. 27 Engrandezca Dios a Jafet, Y habite en las tiendas de Sem, Y sea Canaán su siervo. 28 Y vivió Noé después del diluvio trescientos cincuenta años. 29 Y fueron todos los días de Noé novecientos cincuenta años; y murió.

La segunda parte tiene que ver con lo que sucedió con Noé después del diluvio. Al comenzar la historia de Noé habíamos leído que era un varón justo y perfecto. ¿Eso quiere decir que no pecaba? No. La palabra perfecto, en este versículo, quiere dar la idea de una persona completamente respetuosa de los principios de Dios y extremadamente diferente a las generaciones de personas que habitaban la tierra en ese momento. La Biblia cuenta en Génesis 9:18 que después que salió del arca, Noé labró la tierra y plantó una viña. ¿Qué fruto sale de una viña? ¿Y qué se hace con ese fruto? Claro la uva se puede comer como fruta pero se usa más para hacer vino. Un día Noé bebió del vino que hacia con esas uvas y como bebió de más se emborrachó. Luego entró Cam, el hijo menor de Noé y cuando lo vio así fue y se lo dijo a sus hermanos, Sem y Jafet, en vez de ayudarle.

Cam le contó a sus hermanos que Noé estaba borracho y desnudo. Cuando Sem y Jafet lo oyeron, fueron juntos, buscaron ropa de su padre, la pusieron sobre sus hombros, y caminando hacia atrás fueron adonde estaba Noé y lo cubrieron sin ver su desnudez. Cuando Noé se despertó se enteró de lo que había pasado y se enojó de la forma en que Cam había actuado. Noé había actuado mal al tomar mucho vino, pero Cam en vez de ayudar a su padre lo observó y fue a contar a sus hermanos. Sem y Jafet nos enseñan que cuando una persona se equivoca y realiza una mala acción no debemos ponerla en evidencia, sino ayudarla a darse cuenta pero sin participar de su mala acción. Además no debemos mirar la desnudez de otra persona, ni otros ver la nuestra. En Levítico 18 Dios da detalles sobre esto y dice que para él eso es abominación (abominación es rechazo o condena enérgica de algo que causa repulsión) y agrega en Levítico 18:27 donde dice: porque todas esas abominaciones hicieron los hombres y contaminaron la tierra.

Y cuando Noé se despertó y se enteró de lo que había pasado y se enojó con Cam, le contó que sus descendientes iban a servir a los descendientes, de Sem y de Jafet. Que los descendientes de Jafet iban a ser los mayores y que iban a habitar en tiendas hechas por los descendientes de Sem, ya que Sem y Jafet actuaron correctamente. ¡Qué importante es actuar correctamente! Vale aclarar que lo que Noé dijo no fue un deseo que salió en forma impulsiva sino que fue una profecía de lo que sucedería en el futuro como resultado de la mala acción de Cam. 

Una de las preguntas que surge en éste pasaje es: ¿por qué Noé habla de Canaán y no de Cam? Cuando comienza el capítulo se habla de los tres hijos de Noé, al igual que en el versículo 18. Pero enseguida agrega que Cam era el padre de Canaán. Y en el 22 ya directamente habla de Cam, el padre de Canaán, como si Canaán  tomara el rol de sucesor de Noé o de importancia en el árbol genealógico. En la Biblia no encontramos más datos para estar totalmente seguros, pero podemos inferir que la mala conducta de Cam sería copiada por su hijo, como sucede muchas veces. La forma en que Cam manejó las cosas demostraba insolencia y hasta poco apego a las normas morales, y no colaboró en nada en ayudar a su padre y no divulgar lo acontecido. Esa conducta se contagia de una persona a otra y de una generación a otra, y eso sigue contaminando al ser humano, que continúa perdiendo los valores morales y se aleja cada vez más de valores los divinos.

En el próximo capítulo veremos que lugar ocupó cada uno y como se fue cumpliendo esa profecía.

  • ¿Desea aprender de la Biblia lo que Dios dice que es correcto hacer y lo que no es correcto? ¿Cómo lo puede hacer?

  • ¿Desea hacer solamente lo que Dios dice que es correcto? ¿por qué?

Oración:

Querido Dios Padre, gracias por tu Palabra, la Biblia, porque es un manual de instrucciones que me enseña lo que debo hacer y lo que no debo hacer. Ayúdame a leerla, aprenderla y a cumplirla. En el nombre de Jesús, Amén.