Día 11(37) - Gn 16:1-4
Sarai mujer de Abram no le daba hijos; y ella tenía una sierva egipcia, que se llamaba Agar. 2 Dijo entonces Sarai a Abram: Ya ves que Jehová me ha hecho estéril; te ruego, pues, que te llegues a mi sierva; quizá tendré hijos de ella. Y atendió Abram al ruego de Sarai. 3 Y Sarai mujer de Abram tomó a Agar su sierva egipcia, al cabo de diez años que había habitado Abram en la tierra de Canaán, y la dio por mujer a Abram su marido. 4 Y él se llegó a Agar, la cual concibió; y cuando vio que había concebido, miraba con desprecio a su señora. Génesis 16:1-4
En éstos días los estudios hablaban de creerle a Dios. Mucha gente cree en muchas cosas que se basan en creencias populares o de la cultura. Dios nos dice que aunque tenemos que respetar la forma de pensar de los demás, no debemos caer en el engaño. Por ejemplo, hay mucha gente que cree que tendrás mala suerte si es martes 13, entonces no hay que hacer nada importante ése día. No tengo bien en claro de dónde viene esa creencia, pero te puedo garantizar que el que tiene a Jesús como su Salvador personal no le pasan las cosas por suerte, sino que son bendiciones o pruebas permitidas por Dios, pero siempre para nuestro bien. La Biblia dice en Romanos 8:28 que a los que aman a Dios, todas las cosas le ayudan a bien… aunque a veces parece que no lo sean, pero Dios tiene un cuidado especial por sus hijos.
Abram le creyó a Dios, pero pensó que lo podía ayudar. En el tiempo de Abram había costumbres con las cuales Dios no estaba de acuerdo. Hoy también pasan cosas como esas. Una de esas costumbres con las que Dios no está de acuerdo, era que cuando una mujer no podía tener hijos, el esposo podía tener un hijo con su sierva y sería como si fuera propio de ella. Abram y Saraí pensaron que podían ayudar a Dios haciendo que Abram tuviese un hijo con la sierva llamada Agar. Y así nació Ismael. Dios no estuvo de acuerdo con lo que hizo Abram, fue una muy mala decisión. Aún así Dios cuidó de Ismael y le dio una enorme descendencia que llega a los días de hoy, y son cientos de millones en el mundo entero. Es importante notar que Dios no estaba de acuerdo con las formas en la que se hicieron las cosas, pero Ismael no tenía nada que ver. Dios protegió y cuidó de Ismael. Es muy bueno tenerlo en cuenta cuando se debate sobre los embriones y fetos hoy en día.
Esto nos enseña que cuando le creemos a Dios lo debemos demostrar haciendo lo que Él nos dice. Dios le había dicho que su esposa Saraí iba a tener ése hijo y Abram se equivocó muy mal haciendo la suya. Cada día debemos aprender más de la Palabra de Dios, para saber como debemos actuar según lo que nos manda Dios. En Colosenses 2 podemos leer: “8 Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.”
Hoy también hay muchas costumbres sociales que aparentan ser buenas pero están en contra de los principios de Dios. Debemos examinar que dice Dios sobre cada tema social que aparece, que involucre modas, costumbres o nueva moral. Tenemos que respetar a las personas que piensan de esa manera pero no tenemos que caer en el engaño, no nos olvidemos que eso le sucedió a Eva en el huerto de Edén y todos sabemos cuales fueron las consecuencias.
Por eso es importante detenernos a pensar que leemos, que vemos y que escuchamos. En esas tres áreas, el enemigo de las almas, se ha encargado de incentivar en forma directa o indirecta muchísimas prácticas, pensamientos y razonamientos sobre como se debe vivir para ser "feliz". El principio del siempre tengo derecho, sin importar las obligaciones, el principio de todo lo puedo si lo propongo, y el principio de siempre disfrute, no se condice con las enseñanzas de Dios. Por eso debemos tener cuidado de los libros o publicaciones que leemos. Muchas de ellas, llevadas por manejos psicológicos, diciendo cosas obvias, pero que muchos desean escuchar, pero que están totalmente enfrentadas a los principios de Dios. Además ser muy críticos de las series, películas y programas televisivos que miramos; y también de la música y podcast que escuchamos, aunque parezcan atractivos y que nos animan. Nunca olvidemos lo que sucedió en Génesis 3. Nunca el mal se presenta como malo, sino que es muy atrayente.
Cuando cualquiera de esas cosas reemplaza al tiempo de lectura bíblica, al de orar, o al de pasar tiempo con Jesús o en las actividades de la iglesia, nos tenemos que dar cuenta que estamos empezando a caminar el camino de Abram y Saraí. Primero va ocupando nuestro tiempo. Luego desalienta el pasar tiempo con Jesús, y finalmente, ya siendo vulnerables, va inculcando en nosotros ideas en contra de los principios de Dios, aunque pensemos que igualmente Dios lo tolera, que él no es tan cerrado, que son cosas religiosas, y no nos ponemos a ver si es realmente lo que Dios quiere. Y por último, acá se estaba tratando de justificar una práctica sexual genital que Dios no aprueba de ninguna manera, pero que el pensamiento cultural o social avalaba e incentiva a practicar el pecado, sin siquiera sentir un poco de culpa o responsabilidad delante de Dios.
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Piensa un instante en una costumbre social que está en contra de lo que Dios enseña en la Biblia y forma un pensamiento positivo sobre esa costumbre acorde a la Palabra de Dios.