Día 12 (38) - Gn 16:3-6

4 Y él se llegó a Agar, la cual concibió; y cuando vio que había concebido, miraba con desprecio a su señora. 5 Entonces Sarai dijo a Abram: Mi afrenta sea sobre ti; yo te di mi sierva por mujer, y viéndose encinta, me mira con desprecio; juzgue Jehová entre tú y yo. 6 Y respondió Abram a Sarai: He aquí, tu sierva está en tu mano; haz con ella lo que bien te parezca. Y como Sarai la afligía, ella huyó de su presencia. Génesis 16:4-6

Ayer hablábamos sobre las costumbres que tiene la sociedad y están en contra de lo que dice Dios. En la historia que estamos se ven varias de las costumbres de ese entonces. Otra de ellas era que si una mujer no podía tener hijos, era una persona despreciada. La Biblia nos enseña que Dios nos ha formado (desde el vientre de nuestra madre) mujer y varón. 

En este punto, es bueno aclarar lo que la Biblia afirma sobre ésto. En Génesis capítulo 1, Sexo y Género son sinónimos. Sexo se refiere a la parte física en cuanto al cromosoma par 23, que define a la mujer como XX y al hombre como XY, que de hecho se establece al momento de la fecundación o concepción, es decir cuando el espermatozoide fecunda al ovulo. Género se refiere a la conducta sexual de la persona, en su aspecto social y genital. Si bien en el primer capítulo de la Biblia son sinónimos, y así lo hizo el creador, con el paso del tiempo, como pasa hoy en día, el género es tomado como una construcción social, y por lo tanto puede tener variantes que no condicen con el sexo. Como muchas veces ya lo he dicho, debemos respetar a los que piensan diferente de lo que Dios ha establecido, pero no podemos aceptar como válida esa forma de pensar. Ahí estamos nuevamente frente a lo planteado el día de ayer: cuestiones sociales o culturales que están enfrentadas con los principios divinos. 

Según la Biblia, volviendo a Saraí,  ninguna mujer necesita ser validada como mujer por ningún medio. Ya hemos hablado sobre el lugar que Dios le ha dado a cada uno desde el origen, un lugar de igualdad de derechos y obligaciones delante de él y un propósito claro para cada uno. La mala interpretación de la Biblia y las costumbres han hecho sucumbir esos principios y caer en actos de discriminación y maltrato que en muchísimos casos son lamentablemente extremos. Cada día escuchamos sobre la violencia de género en los medios de comunicación, y Dios está totalmente en contra de eso, y el lugar del varón dado por Dios, es totalmente contrario al maltrato. El ser humano no necesita hacer cosa alguna para mostrar su hombría o femineidad, como algunas corrientes sociales quieren imponer, solo deben disfrutar de las cualidades maravillosas que Dios les ha otorgado desde el mismo momento de la concepción, de la fecundación.

El hecho es que Agar, cuando estaba embarazada de Ismael, miraba con desprecio a Saraí porque no había tenido hijos y además ya era anciana. Acá tenemos el caso no de una discriminación social del sexo opuesto, sino del mismo sexo. Fue entonces que Saraí le dijo a Abraham lo que estaba pasando. Abraham le contestó que como Agar era su sierva ella podía hacer lo que le parezca. De ahí en más Saraí empezó a molestar tanto a Agar, que Agar decidió huir, se fue de la casa de Abraham y huyó hacia el desierto, sola y con un embarazo un tanto avanzado.

Se había presentado un problema complicado que había que resolver. Nosotros, muchas veces, no deseamos resolver las cosas, pensamos que el tiempo hace que automáticamente todo se soluciona, pero Dios sí desea resolver las cosas, porque Él sabe que si no se solucionan pueden traer consecuencias muy graves. Y así fue en ésta historia. Pero antes de avanzar, pensemos un poco en como comenzó y siguió el problema. Como vimos ayer, todo comenzó en una muy mala decisión de Abraham y Saraí. Por eso volvemos a decir que siempre nuestras malas decisiones traen malas consecuencias. Luego Agar se dejó llevar por las costumbres de ese entonces. Hoy pasa lo mismo. Hay muchas costumbres en la sociedad que están en contra de Dios y si vos no estás haciendo esas cosas te pueden llegar a tratar mal, cargarte o menospreciarte. Tal vez te digan que sos un tonto y muchas cosas más. Pero… ¿sabés lo que dijo Jesús? En Mateo 5:11 menciona lo que Jesús dijo: “Bienaventurados (muy pero muy felices) sois cuando por mi causa os vituperen (insulten) y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.” Ojo, miremos la última palabra que Jesús dijo: mintiendo. Eso significa que si nosotros decimos una cosa y hacemos otra las críticas tendrán razón, y eso no traerán bienaventuranza. Y Jesús siguió diciendo: “Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón (premio) es grande en el cielo”. Eso quiere decir que si hacemos lo que es voluntad de Dios y no lo de las costumbres de la sociedad, ¡tendremos grandes premios en el cielo! (Ya hemos visto eso en la promesa de Dios a Abram)

Lamentablemente ni Agar ni Saraí pensaron así, sino que se dejaron llevar por lo que pensaba la sociedad y eso desencadenó en un gran problema. El grave error de ambas fue no buscar el consejo de Dios o pedirle que Él les ayude a buscar la solución. Es difícil que los seres humanos busquemos el consejo de Dios cuando hay algo en nuestro interior que nos dice que estamos haciendo lo que no es correcto, pero igualmente queremos seguir adelante, y no estamos dispuestos a escuchar la corrección de Dios.

Así podemos ver que ante un problema que comenzó por tomar malas decisiones, todo puede empeorar si hacemos las cosas a nuestra manera y/o como la sociedad sugiere o podemos llegar a la solución si buscamos el consejo de Dios en su Palabra, la Biblia, y en oración.

  • ¿Cuáles fueron las dos cosas que empeoraron la situación después de la mala decisión de Abraham y Saraí?

Oración:

Querido Padre Dios, gracias porque en tu Palabra puedo encontrar lo mejor para mi vida. Ayúdame a saber elegir y soportar alegremente cuando alguien me insulte por respetar tus enseñanzas y nunca seguir las de la sociedad que puedan estar en contra de ti. En el nombre del Señor Jesús, Amén.