Era
Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Jehová y
le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé
perfecto. 2 Y
pondré mi pacto entre mí y ti, y te multiplicaré en gran manera.
3 Entonces Abram se postró sobre su rostro, y Dios habló con
él, diciendo: 4 He aquí mi pacto es contigo, y serás padre de
muchedumbre de gentes. Génesis
17:1-4
En el pasaje de hoy se nos presenta a Abram con 99 años. No eran los 99 años de Adán ni los de Noé. Noé había tenido a sus tres hijos a los 500 años. En el caso de Abram y Saraí ya no podrían por cuestiones físicas de su avanzada edad tener más hijos. A esa edad, 13 años después del relato anterior, Dios le vuelve a hablar a Abram. ¡Trece años! ¡Cuánto tiempo esperando! y la promesa de un hijo parecía cada vez más lejana. Muchas veces no entendemos los tiempos de Dios. Los tiempos de Dios no son simplemente buenos, ¡Son Perfectos!. Aunque nosotros podamos llegar a dudar, Dios siempre ha mostrado que cumple sus promesas y a veces usa maneras milagrosas. No se nos cuenta que sucedió durante esos trece años, pero cuando Dios se le presenta le hace recordar que es el Dios Todopoderoso. Lo primero que Dios le dijo fue recordarle a Abram que Él es el único Dios, por eso le dice Yo soy “el”. Podemos leer en 1ª a Timoteo 2:5: “Porque hay un solo Dios y un solo mediador ente Dios y los hombres, Jesucristo hombre”. Y además le recordó que Él es Todopoderoso, es decir que... ¡Si! ¡Todo lo puede! ¡No hay nada imposible para Él!. Entonces, en otras palabras, si aún no lo hizo, no es porque no lo pueda hacer, sino que no es el tiempo todavía.
Luego le pide que ande delante de Él y sea perfecto. ¿Qué significa que ande delante de Él? Que cada cosa que haga debe ser hecha como si Dios estaría detrás de el, mirando todas las cosas. Si bien sabemos que Dios todo lo ve, muchas veces actuamos como si no nos pudiese ver, como si podríamos esconder algo de Él. Pero si cada día lo viviésemos como si alguien nos estaría observando, ¿Cómo serian nuestras acciones?.
Dios le dice que si anda delante de Él será perfecto. ¿Puede un ser humano ser perfecto? En 2° Timoteo 3 podemos leer: “16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra". La Palabra de Dios afirma que sí se puede. Por supuesto que es aprendiendo y haciendo la Palabra de Dios. Anteriormente hemos visto que de Noé se ha escrito en la Biblia que era un hombre perfecto en sus generaciones. Eso no significa que es sin pecado, sino que debe procurar ser un imitador de Dios en toda su forma de actuar, de pensar y de sentir, ya que Él es perfecto en plenitud. Abram muchas veces se había equivocado. Había pecado contra Dios. Pero Dios le estaba dando la oportunidad de empezar a elegir bien. Dios le dijo que quería cumplir su promesa pero necesitaba que Abram hiciese su parte. Abram quiso comenzar de la mejor manera. Se postró sobre su rostro, es decir se inclinó delante de Dios, estaba mostrando la intención de caminar delante de Dios, pero eso no será posible si primero no ponemos nuestro corazón a los pies de nuestro Señor Jesús.
Entonces, continuó Dios hablando: yo ejecutaré mi pacto entre mi y ti. Es decir, ha llegado el momento de llevar a cabo el pacto. Dios estaba cumpliendo su parte. Abram debía ser perfecto para poder cumplir con la suya. Aunque Abram era muy anciano y Saraí ya estaba en una edad fuera de la posibilidad biológica de quedar embarazada, con 90 años de edad, Dios le dice que será padre de mucha mucha gente. (No me equivoqué al repetir la palabra)
En la Biblia encontramos muchísimas promesas que Dios nos ha dejado para nosotros. Algunas se van a cumplir sí o sí. Es decir, no importa lo que hagamos nosotros, Dios la va a cumplir. Por ejemplo: había prometido un Salvador y el cumplió mandando a Jesús a morir por nosotros, aunque nosotros no lo hayamos merecido. También la Biblia dice que Jesús va a volver a la tierra cuando sea el momento exacto, y así lo va a hacer, aunque lo estemos esperando o no.
Pero hay otras promesas que son condicionales, es decir, que nosotros debemos hacer o cumplir para que esas promesas sean nuestras. Por ejemplo: si creemos en Jesús, le pedimos perdón por nuestros pecados y lo aceptamos como nuestro Salvador personal tenemos la promesa de la vida eterna. Si honramos a nuestros padres tenemos la promesa de que nos va a ir bien y disfrutaremos de nuestro paso por esta tierra. Y Así hay muchas más.
• ¿Conoces alguna promesa condicional más?
• ¿Cuáles fueron las dos cosas que Dios le dijo a Abram?
Oración:
Querido Padre Dios, gracias porque tu eres Todopoderoso. Gracias por todas las promesas que me has dado. Ayúdame a cumplir mi parte en todas las promesas condicionales. En el nombre del Señor Jesús, Amén.