Día 21 (47)- Gn 19:27-38
27 Y subió Abraham por la mañana al lugar donde había estado delante de Jehová. 28 Y miró hacia Sodoma y Gomorra, y hacia toda la tierra de aquella llanura miró; y he aquí que el humo subía de la tierra como el humo de un horno. 29 Así, cuando destruyó Dios las ciudades de la llanura, Dios se acordó de Abraham, y envió fuera a Lot de en medio de la destrucción, al asolar las ciudades donde Lot estaba. 30 Pero Lot subió de Zoar y moró en el monte, y sus dos hijas con él; porque tuvo miedo de quedarse en Zoar, y habitó en una cueva él y sus dos hijas. 31 Entonces la mayor dijo a la menor: Nuestro padre es viejo, y no queda varón en la tierra que entre a nosotras conforme a la costumbre de toda la tierra. 32 Ven, demos a beber vino a nuestro padre, y durmamos con él, y conservaremos de nuestro padre descendencia. 33 Y dieron a beber vino a su padre aquella noche, y entró la mayor, y durmió con su padre; mas él no sintió cuándo se acostó ella, ni cuándo se levantó. 34 El día siguiente, dijo la mayor a la menor: He aquí, yo dormí la noche pasada con mi padre; démosle a beber vino también esta noche, y entra y duerme con él, para que conservemos de nuestro padre descendencia. 35 Y dieron a beber vino a su padre también aquella noche, y se levantó la menor, y durmió con él; pero él no echó de ver cuándo se acostó ella, ni cuándo se levantó. 36 Y las dos hijas de Lot concibieron de su padre. 37 Y dio a luz la mayor un hijo, y llamó su nombre Moab, el cual es padre de los moabitas hasta hoy. 38 La menor también dio a luz un hijo, y llamó su nombre Ben-ammi, el cual es padre de los amonitas hasta hoy. Génesis 19:27-38
Ayer quedamos en el momento en que Lot y su familia, (esposa e hijas) fueron sacados de Sodoma por los dos ángeles y luego la esposa de Lot miró hacia atrás y se convirtió en una estatua de sal. El pasaje de hoy comienza con Abraham yendo al lugar donde había conversado con Dios Hijo. ¿Qué habrá sentido Abraham al mirar hacia Sodoma? Antes era ciudad muy poblada, llena de personas, llena de maldad. Ahora era un lugar totalmente destruido. De la tierra salía un humo como el de un horno, así dice la Biblia. Ese lugar estaba al sur del mar Muerto. De hecho el mar Muerto se llama así por la destrucción de Sodoma y Gomorra. Se han encontrado los restos de ambas ciudades. En los hallazgos se descubrieron todo tipo de utensilios fundidos a gran temperatura. Todo demuestra, cosas y construcciones, que la historia de Génesis 19 fue verdadera. La destrucción de ambas ciudades, según la Biblia, fue con azufre y fuego.
En internet podemos encontrar información como la siguiente sobre el mar muerto: “ La cantidad de sal en el mar Muerto, unas 10 veces la salinidad del océano, lo hace prácticamente un desierto marino en el que los únicos seres vivos capaces de habitarlo son algunas bacterias, protozoos y algas unicelulares, algunas de ellas del género Dunaliella. No obstante, a lo largo del litoral puede encontrarse plantas halófitas, aquellas adaptadas a la alta salinidad o alcalinidad. No hay peces, reptiles, anfibios y mucho menos mamíferos marinos, y las ocasiones en que peces son arrastrados por crecidas de otras fuentes de agua, mueren sin remedio al entrar en contacto con el mar Muerto. ”
En el compendio manual de la Biblia de Henry Halley, en la página 97, cuenta que con los hallazgos en ésa zona se ha encontrado una capa de sal de 50 metros de espesor y sobre ella otra capa de greda mezclada con azufre libre. En el extremo sur del mar muerto, lugar donde estaban Sodoma y Gomorra, hay multiples columnas de sal a las que se han nombrado como: “La esposa de Lot”.
Todo eso fue visto por Abraham, 4000 años atrás, desde la altura de un monte. Luego la Palabra hace la mención que Dios había salvado a Lot y a su familia por el pedido de Abraham.
El pasaje de hoy se divide en dos partes. La primera es lo que Abraham vio de la destrucción de las ciudades y la segunda lo que pasó con Lot y sus dos hijas después de la destrucción.
Lot, dice la lectura de hoy, tuvo miedo de quedarse en Zoar y entonces se fueron a vivir en una cueva. Qué difícil es pensar en que un hombre que no tenia suficiente lugar para todos sus ganados y siervos, ahora estaba en una cueva, prácticamente escondido de los demás. ¿Por qué tenía miedo? ¿Aquella ciudad pequeña era mala? Por el versículo 21 Zoar también iba a ser destruida, pero por el pedido de Lot había sido perdonada. Seguramente el hecho de llegar sin nada a una ciudad pequeña despertaría curiosidad entre los habitantes. O al poco tiempo todos podrían conocer a Lot y surgirían muchas preguntas que Lot no estaría dispuesto a contestar. O posiblemente había sido tan mala la experiencia en Sodoma y como se dio la salida y lo que pasó con su esposa que no estaba dispuesto a pasar por eso otra vez yendo a una ciudad llena de maldad.
Pero habían estado varios años en Sodoma. Sus hijas habían visto y aprendido todo tipo de prácticas fuera de los principios de Dios. Por eso, estando en esa cueva, comienzan a hablar entre ellas y la mayor le dice a la menor: “Nuestro padre es viejo, y no quedan hombres entre nosotras. Demos de beber vino y durmamos con él." Y esa noche hicieron eso y la mayor durmió con su padre y salió sin que Lot se de cuenta. Al día siguiente hizo lo mismo la menor. Sin lugar a duda éste capítulo es muy difícil de entender. Las conductas de los de Sodoma habían influenciado mucho en la mente de aquellas dos jóvenes. ¡Cuántas cosas fueron acarreando la mala decisión de Lot! ¡Cuánto había marcado el corazón de esas jóvenes la perversidad de los de Sodoma! Es así como influye sobre el ser humano el pecado y la maldad.
Las dos hijas concibieron de su padre. Es muy llamativo el lugar que ocuparon en la historia bíblica esos dos hijos. El hijo de la mayor fue Moab, padre de los moabitas. Y el hijo de la menor fue Benammi, padre de los amonitas. Muchas veces van a aparecer ambos en la historia del Antiguo Testamento.
Aquí termina uno de los capítulos más tristes de Génesis. Un capítulo donde Su Autor ha querido mostrar a donde puede llegar el ser humano cuando da rienda suelta a sus deseos más bajos alejados de Dios. Lamentablemente esto no fue exclusivo de ése momento, sino que hoy en día también suceden esas cosas. Cuando una persona decide por diferentes razones y de distintas formas quitarle la vida a otra ¿No es el desenfreno de la maldad? Cuando vemos el maltrato de hombres a mujeres, que generalmente son sus esposas o novias o exparejas, llegando hasta quitarles la vida ¿No es ese también el desenfreno de la maldad? Y podría mencionar muchísimos ejemplos más, pero usted puede encontrarlos con solo conocer un poco de lo que sucede en la actualidad en éste mundo.
Pero en medio de ésa y ésta realidad de maldad surge la persona de Abraham. Una persona justa delante de Dios, que había cometido muchos errores, pero sabía buscar el perdón de corazón delante de Dios y pudo interceder por su sobrino Lot y su familia. Todos no supieron aprovechar la intercesión pero Dios les dio la oportunidad. Por último éste capítulo tan oscuro, nos invita al desafío de buscar a Dios, doblando las rodillas de nuestro corazón, buscando en ruego y clamor por éste mundo perdido en sus delitos y pecados por el cuál el Señor Jesús entregó su vida. El Señor Jesús responderá dando la oportunidad a los seres humanos, después cada uno decidirá sin aprovecha la intercesión o no.
¿Acepta usted el desafío? Comience ahora mismo.