Día 29 (55) - Gn 22:9
Y
cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí
Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y lo
puso en el altar sobre la leña. Génesis 22:9
Ayer quedamos con Abraham e Isaac subiendo el monte con el fuego, la leña y el cuchillo, pero no llevaban el cordero para el sacrificio. Vimos que había una relación muy cercana entre padre e hijo. Ambos seguían subiendo hacia el sitio mandado por Dios. También nos preguntamos cuantos años probablemente tenía Isaac en ese momento. ¿Se acuerdan cuantos años pensábamos ayer que Isaac podría tener? Si, podría haber tenido unos 30 años.
Y al fin llegaron al lugar… No sabemos cuanto tiempo, ni cuantos metros tuvieron que ir cuesta arriba, pero Abraham pudo identificar con claridad el lugar mejor para realizar el holocausto. Abraham en primer lugar edificó el altar. Generalmente juntaban algunas piedras y de alguna manera empezaban a poner una sobre otra hasta alcanzar una cierta altura. ¿Solo Abraham construyó el altar? ¿Qué hacía Isaac mientras tanto?, Le pido disculpas por hacer tantas preguntas, pero realmente me gustaría saber lo que iba sucediendo en derredor para poder entender en profundidad lo extraordinario de ese momento, que lo convierte en el capítulo tan profundo, como ya hemos dicho. No se trata tampoco de inventar una escena en derredor, sino entender la posición que Isaac también tenía en ese momento. Pues entiendo, que aunque estaba intrigado, en parte, pues no había un cordero, no creo que se habrá quedado mirando como su anciano padre levantaba piedras que podrían llegar a pesar bastante, sino que le ayudó, seguramente, a poder realizarlo. Y digo que estaba intrigado en parte, porque de a poco se empezó a dar cuenta que él era el cordero del holocausto.
Luego Abraham tomó la leña y la acomodó sobre las piedras. En ese momento tenía que tomar el cordero, atarlo y ponerlo sobre la leña para sacrificarlo y después, una vez muerto el cordero, se prendía el fuego. ¡Pero cordero no había!
La Biblia, en Génesis 22, cuenta que Abraham ató a Isaac y lo puso sobre el altar hecho de piedras y sobre la leña. Y no puedo dejar de preguntar. ¿Cómo habrá sido el cruce de miradas entre ambos? ¿Cómo poder mirar al hijo que tanto amas y que Dios está pidiendo que sacrifiques? ¿Qué nivel de fe hay que tener para actuar de esa manera sin dudarlo? Todas esas preguntas me surgen por la relación tan estrecha que había entre ambos.
Pero también me surgen otras que tienen que ver con su realidad física: Teniendo en cuenta que el cordero se ataba primero y luego se lo ponía sobre el altar ¿Podía Abraham tener la fuerza suficiente para levantar a su hijo atado sobre el altar? Creo que no, bajo ningún punto de vista. Había recorrido un largo camino durante los últimos tres días. Ya tenía alrededor de 130 años de edad. Habían sido momentos muy duros para su corazón y su ánimo. Creo que no podría haber alzado ni a un niño de 6 años.
La pregunta entonces es: ¿Cómo pudo hacerlo entonces? ¿Cómo pudo poner a su hijo sobre el altar? Te imaginas que Isaac tenía toda la fuerza de la juventud, pero Abraham todo la imposibilidad de su vejez. Me sorprende que aquel joven se quedó allí, y sin lugar a duda Isaac cooperó en todo momento. Aún cuando supo con seguridad que él era el cordero para el sacrificio no salió corriendo. (Con la agilidad que tendría a su joven edad le hubiese sacado unas cuantas cuadras en unos pocos minutos al anciano Abraham) Es asombrosa la confianza que tuvo en su padre. No vemos que lo haya contradicho. No vemos que haya tratado de buscar una explicación, sino se puso a disposición de su padre con completa confianza. ¿Cuál era el nivel de confianza que tenía Isaac de Dios? Sin lugar a duda, tenía el nivel necesario como para subirse atado al altar y dejar que su padre haga el holocausto que Dios había pedido. Muchas veces hablamos de la prueba para Abraham. Pero... ¿Y la prueba para Isaac? Isaac también estaba pasando por el momento más difícil de su vida y por eso podía entender completamente lo que su padre sentía y entendió que debía tomar el ejemplo de su padre y ponerlo todo en manos de Dios.
Y no se si a usted le pasó, pero en cada cosa que fuimos viendo de Isaac no pude dejar de pensar en Jesús. Así fue su entrega por usted y por mi. Isaac se entregó por fe en Dios y confianza en su padre. Jesús se entregó por amor a su Padre, a usted y a mi.
En ningún momento se quejó de hacer la voluntad del Padre. Podemos leer en Isaías 53: “ 4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. 6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. 7 Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.”
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¿Qué hubieses hecho en lugar de Isaac?
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¿Qué quisieras decirle a Jesús por lo que ha hecho por ti?
Oración: