Día 34 (60) - Gn 24:1-12
1 Era Abraham ya viejo, y bien avanzado en años; y Jehová había bendecido a Abraham en todo. 2 Y dijo Abraham a un criado suyo, el más viejo de su casa, que era el que gobernaba en todo lo que tenía: Pon ahora tu mano debajo de mi muslo, 3 y te juramentaré por Jehová, Dios de los cielos y Dios de la tierra, que no tomarás para mi hijo mujer de las hijas de los cananeos, entre los cuales yo habito; 4 sino que irás a mi tierra y a mi parentela, y tomarás mujer para mi hijo Isaac. 5 El criado le respondió: Quizá la mujer no querrá venir en pos de mí a esta tierra. ¿Volveré, pues, tu hijo a la tierra de donde saliste? 6 Y Abraham le dijo: Guárdate que no vuelvas a mi hijo allá. 7 Jehová, Dios de los cielos, que me tomó de la casa de mi padre y de la tierra de mi parentela, y me habló y me juró, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra; él enviará su ángel delante de ti, y tú traerás de allá mujer para mi hijo. 8 Y si la mujer no quisiere venir en pos de ti, serás libre de este mi juramento; solamente que no vuelvas allá a mi hijo. 9 Entonces el criado puso su mano debajo del muslo de Abraham su señor, y le juró sobre este negocio. 10 Y el criado tomó diez camellos de los camellos de su señor, y se fue, tomando toda clase de regalos escogidos de su señor; y puesto en camino, llegó a Mesopotamia, a la ciudad de Nacor. 11 E hizo arrodillar los camellos fuera de la ciudad, junto a un pozo de agua, a la hora de la tarde, la hora en que salen las doncellas por agua. 12 Y dijo: Oh Jehová, Dios de mi señor Abraham, dame, te ruego, el tener hoy buen encuentro, y haz misericordia con mi señor Abraham. Génesis 24:1-12
Los años iban pasando y Abraham ya era muy anciano. La Biblia dice que Dios había bendecido a Abraham en todo. En ese momento llamó a un criado, a un siervo suyo, el que era el mayordomo de su casa y le hizo un pedido y le hizo prometer por Dios que iba a cumplir con lo pedido. Fue allí que le hizo entender a su siervo que no se debía contradecir el mandato de Dios. El siervo ya había pasado muchísimos años sirviendo a Abraham. De hecho, si Abraham no hubiese tenido hijos, el hijo de él podría haber heredado toda la riqueza de su amo Abraham. Pero ese siervo había aprendido que Abraham era un hombre de Dios y había conocido a Dios en el ejemplo de la fe de Abraham.
Hace unos días veíamos que Abraham había sido el maestro de Isaac. Ahora Abraham era el profesor de su siervo. Este estaba bajo la autoridad de su amo, pero su amo no se conducía en forma autoritaria sino que guiaba las decisiones de éste para bien de todos. Ahora el profesor Abraham iba a poner en manos de su alumno siervo una tarea increíble: ir a buscar una esposa para Isaac a su lugar de origen. Su siervo claramente se preocupó por saber: ¿cómo podía descubrir él sobre quién sería la mujer indicada como esposa para Isaac?
Abraham lo mandó y el siervo se dio cuenta que él sabia muy bien como buscar la ayuda de Dios y así lo hizo. Pero mañana seguiremos con la historia.
Hoy me quiero quedar acá en el relato. El profesor Abraham mandó a hacer algo al alumno siervo, pero estaba seguro que el alumno sabía como hacer y qué hacer. Tus profesores y maestros en la escuela, te han preparado en cada área para brindarte lo mejor en cada materia pero también sabiendo que podés esforzarte y obtener los mejores logros, por eso te deben haber hablado muchísimas veces sobre como buscar ayuda para saber que hacer. Pero sobre todo e sa ayuda viene de Dios y si vos hacés como el buen alumno de Abraham vas a poder descubrir la voluntad de Dios para tu vida. Ora al Señor como hizo el alumno siervo para que Dios te indique el camino a seguir.
Te comparo estas palabras similares a las que Pablo le dedica a sus alumnos que vivían en Corinto en 1 Corintios 1- 4 : “Gracias doy a Dios siempre por ustedes, por el regalo de Dios que les dio en Jesús, porque son enriquecidos en palabras y en conocimientos así también en la buena conducta, porque no les falta talento ni ningún don esperando que Dios los use y los confirme libres y firmes hasta el fin. Fiel es Dios que los llamó a estar juntos con el Señor Jesús.” Que bueno es saber que tenemos un maestro que atiende las 24 horas, los 366 días del año. También muchas veces usa a pequeños maestros en nuestra vida para moldearnos a Su imagen y podamos aprender a conducirnos en la vida y saber cuál es su voluntad. Y además nunca olvides que Dios nos ha dado capacidades naturales desde que hemos sido concebidos en el vientre de nuestra madre (talentos) y capacidades espirituales (dones) desde que hemos aceptado al Señor Jesús en nuestra vida.
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Ahora mismo podés decir al Señor Jesús: Señor me pongo en tus manos, cumple tu obra en mi