Día 6 (32) - Gn 14:1-13
Aconteció en los días de Amrafel rey de Sinar, Arioc rey de Elasar, Quedorlaomer rey de Elam, y Tidal rey de Goim, 2 que éstos hicieron guerra contra Bera rey de Sodoma, contra Birsa rey de Gomorra, contra Sinab rey de Adma, contra Semeber rey de Zeboim, y contra el rey de Bela, la cual es Zoar. 3 Todos éstos se juntaron en el valle de Sidim, que es el Mar Salado. 4 Doce años habían servido a Quedorlaomer, y en el decimotercero se rebelaron. 5 Y en el año decimocuarto vino Quedorlaomer, y los reyes que estaban de su parte, y derrotaron a los refaítas en Astarot Karnaim, a los zuzitas en Ham, a los emitas en Save-quiriataim, 6 y a los horeos en el monte de Seir, hasta la llanura de Parán, que está junto al desierto. 7 Y volvieron y vinieron a En-mispat, que es Cades, y devastaron todo el país de los amalecitas, y también al amorreo que habitaba en Hazezontamar. 8 Y salieron el rey de Sodoma, el rey de Gomorra, el rey de Adma, el rey de Zeboim y el rey de Bela, que es Zoar, y ordenaron contra ellos batalla en el valle de Sidim; 9 esto es, contra Quedorlaomer rey de Elam, Tidal rey de Goim, Amrafel rey de Sinar, y Arioc rey de Elasar; cuatro reyes contra cinco. 10 Y el valle de Sidim estaba lleno de pozos de asfalto; y cuando huyeron el rey de Sodoma y el de Gomorra, algunos cayeron allí; y los demás huyeron al monte. 11 Y tomaron toda la riqueza de Sodoma y de Gomorra, y todas sus provisiones, y se fueron. 12 Tomaron también a Lot, hijo del hermano de Abram, que moraba en Sodoma, y sus bienes, y se fueron. 13 Y vino uno de los que escaparon, y lo anunció a Abram el hebreo, que habitaba en el encinar de Mamre el amorreo, hermano de Escol y hermano de Aner, los cuales eran aliados de Abram. Génesis 14:1-13
Ayer veíamos el error de Lot al decidir. Muy pronto empezaron los problemas. Unos reyes se juntaron y derrotaron a los de la ciudad que estaba cerca de la casa de Lot y tomaron cautivo también a Lot, su familia, sus ganados y sus sirvientes; ¡se llevaron todo!
Varios sirvientes de Lot se pudieron escapar. No sabemos que hizo la mayoría de ellos. Tal vez algunos se escondieron en el desierto, otros huyeron a otra ciudad, otros hicieron la suya sin pensar en los que habían sido secuestrados. Pero uno de ellos vino corriendo hasta dónde vivía Abram y le contó lo que había sucedido y cómo se habían llevado a Lot y a todo lo suyo y cómo él había escapado.
No sabemos como se llamaba esa persona, pero lo que si sabemos es que actuó de la mejor manera. En vez de hacer la suya, fue a buscar ayuda. Y además supo dónde ir a buscar ayuda. Seguramente tuvo que andar muchas horas y hacer un gran esfuerzo, pero sabía lo importante que era que Abram supiese lo que había sucedido y que él sabría que hacer ante un problema tan grave.
¡Qué gran lección nos deja ese hombre! Dios nos enseña en su Palabra, La Biblia, que tenemos que ayudar a todos los que nos rodean. Y si están en problemas debemos ayudar a encontrar la solución. Cuando alguien que conoces pierde algo, poder ayudarlo a encontrarlo; cuando alguien está con un problema, buscar a un adulto que nos aconseje, y por supuesto, buscar la guía de Dios. Jesús constantemente le enseñaba a los discípulos a mirar. Tenían que abrir sus ojos, más allá de sus formas de vivir o gustos, y levantar la cabeza y ver a su alrededor y darse cuenta de las necesidades que tienen quienes pasan a su lado. Hoy vivimos en medio de una sociedad que puede ser solidaria ante un problema masivo, pero que en el diario vivir es muy egoísta. No le interesa lo que le sucede al otro, y hasta aveces no le importa que el otro pierda con tal de poder sacar un poco de provecho personal. Una de las mejores formas de ayudar a los demás es orar por ellos. ¿Cuántas veces oras por otros? ¿Cuántas veces pides a Dios por las necesidades de otros? Creo que muchas veces no lo hacemos por temor de que Dios quiera responder esa oración con nosotros mismos. Es decir, que use nuestras manos y pies para ayudar a esas personas por las que estamos orando.
La gran decisión de ese hombre y su esfuerzo iba a servir para salvar la vida de Lot, pero eso lo veremos mañana como fue. Hoy nos quedamos pensando en que muchas veces, cada día, podemos ayudar a otros. No dudes en buscar ayuda de tus mayores de confianza y sobre todo de Dios que está atento para atender su oración. Pero no olvides que la mayor necesidad de las personas es el tener vida eterna, por eso ora por aquellos que no tienen a Jesús como su Salvador personal.
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Piensa en dos personas que tienen una necesidad y toma un minuto para pedir a Dios por ellos.
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Piensa en dos personas que no tienen la salvación y ora a diario para que la luz de la salvación pueda brillar en ellos.