Día 12

¡Hola! Bienvenido a la serie “Os ha nacido”, día 12.

Ayer empezamos a ver las palabras del ángel Gabriel que describían a quien María llevaría en su vientre por los próximos 9 meses. Vimos que comenzó diciendo que ese hijo que tendría, que se llamaría Jesús, será grande, y esa grandeza será por su entrega, por su sacrificio por cada uno de nosotros, para salvar a todo aquel que cree en él.

Lo segundo que menciona, siguiendo con sus palabras, dice: “será llamado Hijo del Altísimo ¿Cuando se cumpliría eso? Podemos buscar en la Biblia y así literalmente se encuentra, en el nuevo testamento, unas 2 veces. De esas dos veces, una esta Hijo, con mayúscula y la otra hijos, con minúscula. Y hay dos veces más donde dice Hijo del Dios Altísimo.

Hijo del Altísimo aparece solo en las palabras de Gabriel.

Pero Hijo del Dios Altísimo, aparece una vez en Marcos 5:7 y en Lucas 8:28. En ambas oportunidades se hace alusión a la misma historia, al momento en que Jesús se presentó delante del endemoniado gadareno. En esa oportunidad se enfrenta a un hombre que no podía ser controlado por nadie, pues tenía mucha fuerza por la legión de demonios que había dentro de él. Ese hombre al pararse Jesús delante de él dijo: ¿Qué tienes contra mí, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te ruego que no me atormentes.

La presencia de Jesús atormentaba a todos aquellos que estaban poseyendo a ese hombre, pues conocían muy bien a Jesús, de cuando ellos estaban en el cielo, antes de ser echados por ponerse del lado de Satanás cuando se reveló contra Dios, y según Apocalipsis 13, la tercera parte de los ángeles se revelaron contra Dios y fueron expulsados de allí. De ahí en más los conocemos como ángeles caídos o demonios.

Pero… ¿Por qué lo llamó de esa manera? Ellos sabían muy bien reconocer con quien estaban hablando y como era él.

Dejame hacer una pausa y contarte una experiencia personal con algo de eso. Hace muchos años trabajaba en un lugar donde también lo hacía una sacerdote ocultista. El mismo reconocía seguir y servir a Satanás. Cuando nació mi primera hija, el primer día que volví trabajar, después de los dos días de licencia, se me acercó y me dijo como se llamaba mi hija y cuanto había pesado exactamente, un dato que nadie sabía, excepto la familia más cercana. A eso agregó: cuidala mucho. Esas palabras me enojaron un poco. Yo creo que me las dijo porque no obtuvo de mi el asombro que esperaba. Entonces yo le dije de una forma un poco enérgica: ¿De qué la tengo que cuidar? Y el me respondió retrocediendo: no, yo sé muy bien a quienes no puedo tocar, no se porque lo dije. Y de ahí en más solo me contaba las cosas que le pasaba estando dentro del ocultismo y que era una persona atrapada en el mal y no podía escuchar el consejo de Dios, aunque lo conocía a la perfección.

Así es como obra Satanás, vende como libertad y solo entrega esclavitud. Aquel hombre frente a Jesús estaba así. Vivía atormentado por una legión de demonios. Una legión era un ejército que según el momento histórico podía tener entre 4200 y 6000 soldados. Aquel hombre, aunque era atormentado por los demonios dice ser atormentado por la presencia de Jesús. Así es para los que están sin esperanza de vida eterna. Les atormenta el escuchar de Jesús, pues llevados por el pecado que los domina no desean reconocerlo ni dejar que Jesús les de la verdadera libertad.

Pero todavía no contestamos la pregunta anterior: ¿por que lo llamó así a Jesús? No encontramos a otra persona que lo haya llamado de esa manera, como anunció Lucas.

El otro pasaje que dice: hijos del Altísimo, puede traernos la respuesta.

Ese se encuentra en Lucas 6:35: Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos. 36 Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso.

Aquí queda muy clara la respuesta, ¿no? Deja muy en claro como es el Altísimo y como deben ser sus hijos. Sin lugar a duda esos demonios estaban pidiendo la misericordia de Jesús. Ellos se habían revelado contra Dios, pero sabían que Jesús podía destruirlos. Pero aún no es el momento de hacerlo. Dentro del plan de Dios habrá un tiempo para el juicio de ellos.

Por eso Jesús dejó bien en claro quienes son ellos al permitirles ir a ese ato de cerdos los cuales se precipitaron al mar.

Ese día se cumplió la palabra de Gabriel. Vale aclarar que en otras oportunidades, se lo reconoció sin mencionar esas palabras, pero creo que la enseñanza va hacía la misericordia de Dios.

Gabriel empezó hablando de la grandeza por su entrega, y siguió con la misericordia de Él. Pero recuerda que su misericordia siempre está relacionada con el reconocimiento de pecado de quién recibirá esa misericordia.

Ese niño que nacería, hoy nos desafía a tener una vida como dice Lucas 6:35, y que podamos ser llamados también: hijos del Altísimo.


¿Oramos?

Querido Padre Dios, gracias porque eres el Altísimo, que por tu amor deseas ser misericordioso con los ingratos y malos, si ellos se arrepienten de verdad. Gracias porque tu misericordia un día me alcanzó, cuando reconocí mi pecado y que solo Jesús podía salvarme. Ayúdame a ser como Jesús, y seguir los consejos de Lucas 6:35, pues quiero ser reconocido como un hijo del Altísimo. En el nombre del Señor Jesús, Amén.