Día 2

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¡Hola! Bienvenido/a a la serie “Os ha nacido”, día 2.

Cuando nos ponemos a pensar en nosotros mismos o cualquier otra persona, nuestra historia ha comenzado el día en que nuestra madre supuso que podía estar embarazada o cuando se enteró que lo estaba. En el caso del nacimiento de Jesús ha comenzado mucho antes de eso.

Eso lo podemos interpretar de muchas maneras. La principal podría ser que él es Jehová, el Gran Yo Soy, que siempre ha existido. Pero también, no podemos olvidar la gran cantidad de profecías que anunciaron su nacimiento, lugar, de quién, etc, a lo largo de unos 35 o 40 siglos.

Pero cuando vamos a la historia netamente humana de Jesús, nos tenemos que remontar a varios meses antes de su nacimiento. En la Biblia encontramos 4 libros, fundamentalmente, que cuentan la historia de Jesús: Mateo, Marcos , Lucas y Juan. Pero solo Mateo y Lucas cuentan el nacimiento. Marcos y Juan arrancan su relato desde el comienzo del ministerio de Jesús, a los 30 años de edad.

Mateo, el primer libro del nuevo testamento, comienza diciendo: Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham. Resalta que hay una línea genealógica que parte de Abraham, y pasa por el rey David, y termina en María y José, por eso menciona primeramente a los que fueron las personas más destacadas para el pueblo de Israel, de donde vendría el Salvador del mundo.

Justamente Mateo relata la vida de Jesús desde el punto de vista de Jesús como el León de la Tribu de Judá, y dirige el libro en especial al pueblo judío para que pudiera entender que Jesús ha sido verdaderamente el Mesías prometido, el Cristo de Dios.

Lucas, el médico, que no estuvo entre los 12 apóstoles, sin embargo Dios lo instruyó en forma directa por su Espíritu Santo, y por el testimonio de algunos apóstoles a escribir desde antes del nacimiento de Jesús. El relato histórico de Lucas comienza unos 15 meses antes del nacimiento. Lucas presentó la historia de Jesús desde el punto de vista de Jesús el Hijo del Hombre. Es decir, el Hijo en mayúscula porque era el Hijo de Dios y no dejó de serlo al nacer, pero que al mismo tiempo fue un ser humano como cualquier otro, físicamente hablando, nacido de mujer. Lucas muestra como Jesús era 100% Dios y 100% humano al mismo tiempo. E incluye en el capítulo 3, a partir del versículo 23, también una línea genealógica, pero en sentido contrario. Es decir parte de José, padre humano de Jesús y va por 75 generaciones hacía atrás en el tiempo, para terminar diciendo: hijo de Adán, hijo de Dios. Expresando que Dios ha creado a los seres humanos, de ahí: hijo de Dios, y que hay un plan seguido a través de 4000 años que desencadena en Jesús.

Por eso Lucas comienza escribiendo el libro de esta manera:

1 Puesto que ya muchos han tratado de poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas, 2 tal como nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron con sus ojos, y fueron ministros de la palabra, 3 me ha parecido también a mí, después de haber investigado con diligencia todas las cosas desde su origen, escribírtelas por orden, oh excelentísimo Teófilo, 4 para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido instruido.

Lucas dedicó mucho tiempo, en la guía de Dios, a investigar, indagar y relatar la historia de Jesús. Aclara de entrada que hay muchos que podían dar fe de la veracidad de los datos allí contados. Nadie de aquel entonces podía contradecir las palabras volcadas por Lucas, pues eran de público conocimiento los acontecimientos relatados.

Pero hay algo que quiero resaltar en esos 4 versículos: el destinatario. Su nombre: Teófilo. No se sabe nada sobre quien ha sido esa persona, el destinatario de Lucas y Hechos de los apóstoles, 2 libros de la Biblia, pero ese nombre tiene un significado maravilloso. Muchos, seguramente estarán familiarizados con el término griego “filosofía”: Filo=amor, Sofía=sabiduría, y podría ser traducido como “amor a la sabiduría”. En el caso de Teófilo, Teo=Dios. Pero no dice Filoteo, “amor a Dios”, sino Teófilo= “amado por Dios”.

Lucas, de esa manera, con ese destinatario, explica desde el comienzo que toda la historia que contará está destinada a todos los que Dios ama. Es Juan el que escribe que “de tal manera amó Dios al mundo que mandó a su Hijo unigénito” (Juan 3:16)

Estamos terminando el día 2, pero tenés que tener en cuenta que esta historia, la de la navidad, se ha llevado a cabo porque Dios te ama. Por eso estaba mandando a su Hijo a la tierra: por vos.


¿Oramos?

Querido Padre Dios, gracias porque me amas. Gracias porque lo demostraste al planificar con lujo de detalle, como lo seguiremos viendo si es tu voluntad, la venida de tu Hijo Jesús a la tierra, para nacer y morir por mi. Ayúdame a seguir cada día y aprender la verdadera historia de la navidad, y poder compartirla con quienes me rodean. En el nombre del Señor Jesús, Amén.