Día 20
¡Hola! Bienvenido a la serie “Os ha nacido”, día 20.
Ayer empezamos a ver cuando Elisabet dio a luz a su bebé, y provocó una alegría enorme entre los parientes y vecinos.
A los 8 días de edad fue llevado a circuncidar, y en ese momento se le otorgaba un nombre. No debemos olvidar que desde hacía nueve meses Zacarías se comunicaba por escrito, pues había quedado mudo cuando no creyó las palabras de Gabriel.
El nombre no simplemente era lo que los padres decidían según su gusto, sino que podemos ver a lo largo del antiguo testamento lo importante que eran esos nombres y que luego tenían mucho que ver con sus vidas. Sin ir muy lejos nos podemos fijar en quien le dio nombre al todo ese pueblo: Israel. De nacimiento fue llamado Jacob, cuyo significado puede ser: el toma del calcañar, porque al nacer Esaú primero Jacob desde adentro de su madre lo tomó de ese lugar. Pero también puede significar: tramposo. Y cualquiera que conoce su historia estaría de acuerdo que se llame de esa forma. La vida de Jacob fue una continua pelea. Con su hermano desde el vientre de su madre, pero también contra Dios. Engañó y fue engañado, teniendo una conducta de continua pelea contra Dios. Hasta que un día, al volver de Harán a Canaán, se encontró con un varón y peleó toda la noche. En ese momento tendría unos 70 años al menos, y para lograr esa pelea tendría que ser bastante terco. El hecho es que al terminar la noche fue derrotado y se aferró al varón que era Dios Hijo, y le dijo que no lo soltaría hasta que le de una bendición, y allí le cambió el nombre por Israel: el que con Dios lucha. Nuevamente tiene un doble significado que podríamos decir así para diferenciarlo: El que lucha contra Dios o el que lucha con Dios de su lado.
Volviendo a la historia de Zacarías y Elisabet, la gente que estaba presente en la presentación del bebé de 8 días, lo llamaba Zacarías como su padre, pero Elisabet les dijo que no se llamaría así, sino que su nombre será Juan.
Todos preguntaban: ¿por qué? No hay ningún Juan en la familia.
Y la gente fue a Zacarías y le preguntaron a él. Él pidió una tablilla y escribió: Juan es su nombre. Y todos se sorprendieron
Zacarías significa: "El Señor se ha acordado" o "Dios recuerda", pero Juan significa: “Dios es Misericordioso” o “Gracia de Dios”. Conociendo quien llegó a ser Juan de adulto, no cabe duda que Dios señaló el nombre perfecto.
Entonces Zacarías, luego de escribir en la tabilla, comenzó a hablar y lo primero que hizo fue alabar a Dios. Todos los presentes se llenaron de temor y esa noticia pronto se conoció por todas las montañas de Judea.
Pero el interrogante mayor de todos era: ¿Quién será este niño? Todos los acontecimientos de los últimos 9 meses mostraban que sería una persona especial en el plan de Dios.
Luego Lucas va a usar unos 12 versículos para contar lo que en ese momento Zacarías profetizó. A la inversa de María, quien primero habló de su experiencia personal y después del pueblo de Israel, Zacarías empezó hablando del Señor Dios de Israel y todo lo que fue haciendo por y en su pueblo a lo largo de unos 20 siglos. Pero coincidió con ella en mencionar a Abraham y la promesa de Dios dada a él.
Y después, en la segunda parte, comienza a hablar del niño y dice: Y tú, niño, profeta del Altísimo serás llamado; Porque irás delante de la presencia del Señor, para preparar sus caminos; Para dar conocimiento de salvación a su pueblo, Para perdón de sus pecados, Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, Con que nos visitó desde lo alto la aurora, Para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte; Para encaminar nuestros pies por camino de paz.
El plan de Dios para ese niño le fue revelado a Zacarías y por eso pudo profetizar de una manera tan descriptiva. Y aquellos papás ancianos tuvieron la responsabilidad no solo de cuidar a ese niño, sino de guiarlo integralmente, pues el capítulo 1 de Lucas termina diciendo: Y el niño crecía, y se fortalecía en espíritu; y estuvo en lugares desiertos hasta el día de su manifestación a Israel.
¡Qué trascendente es la tarea de los padres de aquellos niños que serán importantes en la obra de Dios! Por supuesto que Dios usa a muchas personas que no hay contado con sus padres o que ellos no eran creyentes, pero en estos casos, que especial es el trabajo de esos padres que ayudan a crecer espiritualmente y, como dice en el texto bíblico, fortalecerse en espíritu. Eso significa educarlo a mantener la fe y los valores espirituales aun en los momentos difíciles. La vida de Juan iba a reflejar esos valores aprendidos en su familia. Terminamos el estudio de hoy y podemos preguntarnos ¿cuales son los valores bíblicos que se viven en nuestra familia?
¿Oramos?
Querido Padre Dios, gracias porque tus planes son maravillosos. Que clara es tu palabra que nos desafía a poder familiarmente trabajar para fortalecernos espiritualmente. En momentos donde las familias son tan dispersas y débiles, queremos que tú nos fortalezcas aun en medio de los peores momentos y así poder ser testigos de tu gracia y misericordia. N el nombre del Señor Jesús, Amén.