Día 24

¡Hola! Bienvenido a la serie “Os ha nacido”, día 24.

Estos estudios se comenzaron el 1 de diciembre de 2024. Es decir que hoy es 24 de diciembre, día donde en gran parte del mundo se celebra la noche buena, víspera de Navidad.

En la historia bíblica entramos al capítulo 2 de Lucas. Ayer quedamos en el momento en que José se levantó después de su sueño e hizo todo lo que el ángel le había dicho y tomó por esposa a María.

Mientra iba pasando el tiempo de embarazo surgió que se promulgó un edicto de parte del emperador Augusto Cesar, para que todo el mundo sea empadronado. Lucas agrega un dato histórico importante, dice que fue el primero siendo Cirenio gobernador de Siria. En los primeros días hemos visto como se dan datos históricos y con ellos podemos sacar cuentas aproximadas de cuando se dieron todos estos acontecimientos. Publio Sulpicio Quirino, conocido como Cirenio, fue gobernador dos veces al menos, en la primera gobernación, del año 8 al 5 antes de Cristo, se efectuó un censo, y ese evento coincide con los datos dados por Lucas.

Por eso en el día 3 de estos estudios, hemos visto que Jesús ha nacido alrededor del año 5 a. C.

Para ese censo, cada uno tenía que ir a su ciudad. Lucas también nos explica que José tuvo que ir de Galilea, de la ciudad de Nazaret, hasta Judea a la ciudad de Belén. Y dice también que debía ir allí por ser descendiente de David, pues Belén es la ciudad de David. ¿Por qué a Belén se la llama “ciudad de David” ? Podemos leer en 1ra Samuel 16:1: Dijo Jehová a Samuel: … Llena tu cuerno de aceite, y ven, te enviaré a Isaí de Belén, porque de sus hijos me he provisto de rey. Ese día Dios señaló al menor de los 7 hijos de Isaí, David, para que sea ungido rey de Israel, lugar que ocuparía varios años después. Belén era entonces la población en donde David nació, y donde fue ungido rey. Ya hemos visto anteriormente también el tema de las líneas genealógicas y como tanto José como María eran descendientes del rey David.

Podemos leer en Miqueas 5:2 Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad.

La profecía fue bien clara al afirmar que de Belén saldrá el Señor, aunque sus salidas son desde la eternidad. Eso está expresando que el que vendría a nacer a Belén, ya existe desde siempre.

Todas las profecías se iban cumpliendo a la perfección.

María y José tuvieron que caminar unos 110 km de Nazaret hasta Belén, con un embarazo muy avanzado. Les habrá llevado entre 4 y 7 días. El cansancio y el agobio habrá sido muy grande, en especial para María, pero también en la tensión para José. No habrá sido nada fácil para María viajar todo ese tiempo a punto de dar a luz.

Cuando llegaron a Belén, continúa el relato de Lucas, se cumplió el día del alumbramiento, es decir, de dar a luz, de nacer. Muchísima gente había ido a Belén por el censo, pues miles eran descendientes de David. Eso hizo que no se pudiera encontrar ningún sitio en donde poder alojarse. Y, como debe ser la historia más conocida alrededor de casi todo el mundo, los tres terminaron en un establo. La Biblia no nos cuenta como fue que llegaron ahí, pero nos deja ver que el creador del universo, venía en completa y total humildad al mundo.

Podemos leer en Lucas 2:7 Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.

Primero remarca que fue el primogénito. Cuando la Biblia habla en relación a María dice primogénito, pero cuando habla en relación a Dios Padre, dice unigénito. Primogénito denota el primero de varios, además de toda la significancia que tiene en el antiguo testamento el tema de la primogenitura, y unigénito, no solo el único hijo, sino el que es de la misma esencia del Padre, es decir, Dios. Dios es el Padre y Dios es el Hijo.

Luego que lo envolvió en pañales. El nuevo testamento interlineal griego-español no menciona pañales, solo que fue envuelto. Era muy común que al nacer se tomaran telas y se envolvían totalmente. La idea detrás del envoltorio es que ayuda al bebé a hacer la transición del útero (un lugar muy apretado) al mundo exterior. Se ataban con esas telas hasta que el bebé intentara girarse.

Pero muchos estudiosos piensan que lo menciona dos veces en el relato por simbolizar que su significado va más allá que una costumbre habitual. Y para eso tenemos que ver que significa envolver, pues si la traducción agregó el tema de los pañales para hacer ver el cuidado de María sobre el recién nacido, el original quiere que podamos comprender algo más allá de eso.

Ese envolver era hecho con telas que se ataban. Se utilizaban algunas que eran más grandes y luego otras como tiras para asegurarlo. Esas telas se las ponían al bebé por un par de meses hasta que él mismo pudiese tener la destreza de girarse, y ahí se lo dejaba de envolver, y se lo usaba como pañal, ya que se envolvía la zona baja solamente.

Pero si miramos con cuidado nos vamos a encontrar que Lucas está dando un mensaje, siempre guiado por el Espíritu Santo, como también lo hizo el ángel, sobre quien era ese niño o que venía a hacer al mundo.

Todos nacemos para vivir… pero él nacía para morir. Dios desea que cada nuevo ser viva, y viva cerca de él y para él, pero ese niño nacía para entregar su vida en rescate de todo aquel que en él cree.

Tenemos algunos ejemplos en la Biblia, pero solo miraré dos, por una cuestión de espacio. El primero es el de Lázaro. Cuando Jesús lo resucitó el salio envuelto. Ese envoltorio se utilizó hasta que él pudo moverse, como vimos en los bebés, por eso Jesús pidió que desataran a Lázaro y lo dejaran ir. Por eso esa envoltura del bebé Jesús, estaba simbolizando que él venía a ocupar ese lugar en una tumba, pero que luego, el mismo, se quitaría ese envoltorio pues vencería a la muerte.

Pero el segundo ejemplo creo que es tan o más maravilloso. Es el de Isaac, cuando Abraham lo ató para ponerlo sobre el altar. El bebé Jesús había dejado las gloria del cielo y ahora estaba atado sobre un pesebre, sobre un altar, pues el era el Cordero de Dios, el que era ofrecido como ofrenda grata delante del Dios para expiación de los pecados. Aquella paja, comida de los animales, que se uso como colchón, un día se transformaría en madera, para consumir la ofrenda de perdón y salvación.   Ese establo representó el amor de Dios que excede todo entendimiento humano.


¿Oramos?


Querido Padre Dios, gracias por Jesús. En un día donde millones celebran la víspera de Navidad, pero sin pensar realmente en lo maravilloso que representa, yo deseo nuevamente, como tantas veces en este año, darte, desde lo profundo de mi corazón, la alabanza y adoración por haber mandado a tu Hijo Jesús a nacer en aquel establo, con el propósito de morir en mi lugar y ofrecerme el perdón, la salvación y la vida eterna. Aquel día no hubo lugar para él en el mesón, pero hoy deseo agradecerte porque Jesús ocupa el lugar de mi corazón dándome la paz que solo él puede dar. En el nombre del Señor Jesús, Amén.