Día 38

¡Hola! Bienvenido a la serie “Os ha nacido”, día 38.

Ayer pasamos por la muestra de crueldad de Herodes. Es bueno refrescar que se trataba de Herodes el grande, es decir, del padre de una secuencia de Herodes que iban a aparecer en la historia de Israel y el imperio romano, de los cuales varios también aparecen en la Biblia.

Mateo continúa con la historia en el capítulo 2:19 y dice: Pero después de muerto Herodes, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José en Egipto.

Históricamente, cotejado con el calendario Juliano, el romano, murió en el año 4 a.C. y de ahí tomamos algunas fechas que ya he mencionado al principio de estos estudios. También vale aclarar que Herodes el grande no murió agusanado como muchas veces se dice, sino que eso corresponde a Herodes Agripa I, como cuenta en Hechos 20:23. Según los historiadores Herodes el grande murió de una insuficiencia renal.

Entonces en su lugar empezó a reinar su hijo Herodes Arquelao por un corto tiempo, tal vez un año según algunas fuentes históricas, ya que por su mal desempeño, el emperador romano, dividió el reino en cuatro zonas generales y él quedó con etnarca de Judea y Samaria. El etnarca era un gobernador, es decir, una categoría más abajo que el rey. Arquelao no era menos que su padre, en cuanto a ser despiadado, pues se le adjudican diferentes matanzas, como cuando los judíos quisieron quitar ciertos símbolos romanos del templo y él hizo matar a unos 3000 judíos.

La zona del norte quedó en manos del Herodes Antipas. A él se lo menciona varias veces en la Biblia. Él es el que manda a matar a Juan el bautista por pedido de su sobrina Salomé. Ella era hija de su hermano Filipo I, pero su madre Herodías deja a Filipo y se une con Antipas, y Juan el bautista lo reprende por esa conducta. Y Herodías convence a su hija para bailar ante Antipas y solicitarle la cabeza de Juan el bautista. Además Antipas fue el que estaba de visita en Jerusalén en tiempo de Poncio Pilato, y es al que le manda a Jesús para que lo juzgue por venir de su zona, según Lucas 23:6-12.

Filipo y Antipas eran tetrarcas. Un tetrarca era quién gobernaba sobre una cuarta parte de un reino.

Esta es una breve muestra de quienes gobernaban sobre Israel en el tiempo de Jesús. Los judíos estaban bajo el imperio romano, pero tenían sus autoridades políticas que respondían a Roma y no tenían problema de hacer lo necesario, aún contra su pueblo, con tal de no perder el poder que el imperio le daba.

Y es en medio de ese cuadro que el ángel de Señor visita en sueños nuevamente a José y le dice: Levántate, toma al niño y a su madre, y vete a tierra de Israel, porque han muerto los que procuraban la muerte del niño. Eso lo podemos leer en Mateo 2:20, pero en Mateo 2:14 pudimos leer anteriormente: 14 Y él, despertando, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto, 15 y estuvo allá hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta, cuando dijo: De Egipto llamé a mi Hijo.

Aquí tenemos una nota adicional muy importante. Mateo, guiado sin lugar a duda por el Señor, menciona lo que dice Oseas 11:1. Si uno va a ese pasaje, todo parece indicar que se refiere a cuando el pueblo Israel era un muchacho de solo 500 años y lo sacó de la esclavitud de Egipto. En ese capítulo, que le aconsejo que pueda leer completo, repito: Oseas 11, continúa diciendo como Israel se apartó del camino de Dios, y dice que cuanto más los llamaba, más se alejaban. Agrega que con cuerdas de amor los atrajo, y que por su mal obrar cayeron en esclavitud. Pero, en el versículo 8 dice: Mi corazón se conmueve dentro de mí, se inflama toda mi compasión. No ejecutaré el ardor de mi ira, ni volveré para destruir a Efraín; porque Dios soy, y no hombre, el Santo en medio de ti;

Mateo les trata de hacer ver a los judíos que Jesús es el Hijo de Dios y que vino a atraer con cuerdas de amor a su pueblo. Los judíos al escuchar una parte de una frase podían recordar el resto, por eso les menciona esa pequeña parte para que recordasen lo que Dios les había prometido, y lo estaba cumpliendo en Jesús. Así como sacó de Egipto a su pueblo, ahora estaba trayendo de Egipto a su Hijo, quién iba a ser el Salvador de su pueblo, pero también de cualquier otra persona que cree en él.

Y José, como lo había hecho anteriormente, al despertarse, tomó al niño y a su madre, y volvieron hacía el territorio de Israel, obedeciendo en el acto lo dicho por Dios por medio del ángel.

Mateo continúa contando: pero oyendo que Arquelao reinaba en Judea en lugar de Herodes su padre, tuvo temor de ir allá; pero avisado por revelación en sueños, se fue a la región de Galilea, y vino y habitó en la ciudad que se llama Nazaret

Se ve que en el camino se empezó a enterar lo que estaba sucediendo en Israel. Y al enterarse que en la zona de Judea estaba Arquelao no deseaba volver allí. Nunca debemos olvidar que desde el principio Dios le dijo que su tarea era el poder proteger al niño y a su madre y él haría todo lo necesario para cumplirlo. Seguramente él habrá expresado a Dios su preocupación por Arquelao, entonces Dios le confirmó, también por sueños que no debía ir hacia la zona de Judea, sino que iría hacia el norte, a Nazaret, lugar que ya conocimos porque allí estaba María cuando el ángel le anunció el comienzo de la historia de la venida de Dios al mundo en humanidad.

Nuevamente podemos ver la importancia de buscar y esperar en Dios al tener que tomar decisiones importantes, que involucran no solo nuestra vida, sino la de nuestra familia también. Muchas veces, los padres, podemos tomar decisiones que ponen en peligro la estabilidad emocional, económica o sentimental de la familia, y por que no espiritual, sin buscar la guía y la claridad departe de Dios.

Proverbios 8:17 dice: Yo amo a los que me aman, Y me hallan los que temprano me buscan. Temprano puede hacer referencia al primer momento del día o al principio de un problema, antes de tomar alguna decisión sobre ese asunto.


¿Oramos?

Querido Padre Dios, gracias porque cuando más lo necesitábamos tú mandaste a tu Hijo Jesús. Gracias a su obra en la cruz podemos tener solucionado el mayor problema que nunca podríamos solucionar: la muerte eterna por nuestros pecados. Ayúdanos a siempre buscarte temprano, para que ante cualquier otro problema en nuestra vida, tú nos muestres el camino a seguir. En el nombre del Señor Jesús, Amén.