Día 9

¡Hola! Bienvenido a la serie “Os ha nacido”, día 9.

Vamos viendo la visita del ángel Gabriel a María. Veamos un poco mejor el diálogo.

Ya hemos visto que no debe ser cosa fácil que se te presente de repente un ángel. Siempre ha habido un temor muy grande cuando Dios u otro ser celestial enviado por Dios se presentan. El temor se basa en que la presencia de un ser Santo, delante de un pecador, puede causar la muerte.

Por la forma de escritura de Lucas con signos de admiración cuando pone: ¡Salve, muy favorecida! Denota que se presentó con una voz imponente, o al menos con mucho énfasis al hablar. Ahí, con ese: Salve, quiso dar un saludo, como “Salud” o para nosotros “Hola”. Ya hablamos sobre que muchas mujeres fueron favorecidas, pero a María le dice: “muy favorecida”. El favor que recibía María iba a ser único. Nunca jamás habría otra mujer que podría experimentar lo que ella viviría.

Continúa diciendo, antes de que María pueda reaccionar: “El Señor es contigo”. Muchas veces podemos leer o decir: el Señor sea contigo, como un deseo, pero Gabriel le da la seguridad a María de que el Señor ya está con ella. ¡Que hermosa que es la seguridad que da Dios a todos los que creen en él! Jesús mismo reafirmó que él que cree en él, desde ese momento tiene vida eterna, y su vida ya está segura en las manos del Dios Todopoderoso. Las cosas que vendrían para María los siguientes 34 años no serían fáciles, pero desde las primeras palabras le aseguró que Dios estaba en ella. Y no debemos olvidar que en ese momento aún se estaba en el periodo del tiempo de la ley o antiguo pacto, donde las personas no podían estar seguras de la presencia de Dios en sus vidas, pues estaba limitado a como con sus vidas amaban a Dios respetando los mandamientos divinos.

Luego continúa: “Bendita tú entre todas las mujeres”. Bendecir significa: bien decir. Sin lugar a duda María es la mujer más mencionada en la historia. Hoy mismo hay millones de mujeres que llevan su nombre en diferentes idiomas, y hay hasta credos que la adoran. Un poco más adelante seguramente tocaremos ese tema. Pero esa es una forma de interpretar esa frase. La otra acepción de bendecir tiene que ver con recibir el favor de Dios. María fue la única mujer que experimento ser visitada por un ángel, y a partir de ese momento un ser se empezó a desarrollar en su interior. No fue utilizado un ovulo de ella, sino que directamente un embrión fue puesto, como el que resulta de la unión de los gametos masculino y femenino, pero sin ninguna intervención humana, porque no debemos olvidar que nuestra humanidad está contaminada por el pecado y somos concebidos en pecado, es decir que lo recibimos como herencia humana.

Recién ahí se menciona la reacción de María. Lo primero que se dice es que se turbó con esas palabras. Turbarse significa estar en confusión, desorden, desconcierto. Y es interesante ver que el término turbar viene del latín y significa originalmente: Alterar, perturbar el orden o estado natural de las cosas. Todo lo que estaba escuchando María, y la aparición de quien se lo decía, era fuera de lo natural. Seguramente ella, en su desposorio, habría pensado en que en un tiempo podría tener hijos con la persona que amaba, y si bien eso se iba a dar más adelante, ahora todo era muy diferente a lo que acostumbramos naturalmente.

Pero en medio de su turbación, María pensó sobre que palabras eran esas. Si bien estaba perturbada por lo que estaba viviendo, entendía que había algo muy bueno detrás de todo, pues eran palabras mandadas por Dios. Todavía no le había dicho nada del embarazo, todo lo mencionado de eso hasta ahora, fueron palabras mías.

Gabriel entonces continuó dando esas palabras que usualmente deben decir los ángeles, para tranquilizar y obtener la atención necesaria: “ no temas”, todo esta bien. Y siguió: “has hallado gracia delante de Dios”. Esas son las palabras que cada creyente tendría que desear escuchar, y vivir para eso. En la antigüedad personas como José o Daniel fueron puestos en gracia delante de sus autoridades. Eso significaba que Dios le habría el entendimiento a esas autoridades para que pudieran notar que en ellos habitaba el verdadero Dios, y se evidenciaba en su conducta, en su hablar, pero también en su humildad y servicio hacia los demás y sus autoridades.

María tenía la gracia de Dios. Su vida de pureza era reconocida, no por una autoridad humana, sino por Dios mismo, y eso que él conoce el corazón como nadie lo puede hacer.

María sigue siendo un ejemplo a imitar. Eso es lo que Dios desea encontrar en cada persona, para poder llevar a cabo el plan maravilloso para bendición de nuestra vida y de la que nos rodean. Ella sería la herramienta para traer el Salvador del mundo, y por supuesto, de ella también.



¿Oramos?

Querido Padre Dios, gracias porque podemos seguir mirando sobre como vino Jesús a la tierra, y al mismo tiempo aprender de las personas que aparecieron en la historia. Que maravilloso es saber que tienes un plan para cada uno de los que creen en ti, para ser bendecidos y ser de bendición para otros. Ayúdame a que cada día lo viva de tal manera que pueda escuchar de ti: has hallado gracia delante de mi. En el nombre del Señor Jesús, Amén.