2 de junio
Un misterio llamado Jesús
¡Hola! Empezamos una nueva semana y un nuevo mes con un misterio llamado Jesús! Ya vimos siete bienaventuranzas que leemos en Mateo 5 dadas por Jesús en el sermón del monte.
Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación. Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Todas ellas nos hablan de como tener una felicidad real, profunda y eterna. Empezando por entregar nuestro corazón en humildad a Jesús, y luego vivir una vida de justicia, misericordia, limpio corazón y siendo pacificadores.
Pero las dos siguientes, las dos últimas, cambian un poco de enfoque, y se centran en el problema que trae ser justo en un mundo injusto. El problema que trae ser verdadero en un mundo lleno de mentira. El problema de ser manso en un mundo alterado. El problema de ser pacificador en un mundo de tanta violencia. Primero quiero contarte que los que estaban escuchando las palabras de Jesús, eran en su mayoría judíos que estaban invadidos y dominados por los romanos, los cuales los castigaban con impuestos terribles y castigos extremos. Es decir que ellos tenían una realidad muy dura, muy difícil, la misma que se nos puede presentar a nosotros hoy en día, aunque con diferente situaciones.
La octava bienaventuranza dice: “Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.”
Esta bienaventuranza está referida a los que por actuar justamente, como Dios quiere, son perseguidos. Ya hemos hablado sobre como lamentablemente muchos estudiantes son perseguidos por compañeros en el salón de clases, en los recreos o en las redes sociales por no querer entrar o meterse en acciones malas hechas por los demás. O por ser buenos estudiantes, o por tener buenas notas, o por simplemente por recordarles que hay una evaluación son perseguidos. Jesús se refiere aún más a los que serán perseguidos por hacer las cosas bien por querer agradar a Dios, por hablar de Jesús a sus compañeros o por ser simplemente un cristiano o hijo de Dios. Pero Jesús nos alienta a hacer las cosas bien, pues aunque se deba soportar la persecución, nos espera el reino de los cielos para siempre. Además esto pone a prueba si realmente somos mansos, misericordiosos y pacificadores.
Empezá la semana de estudios con este versículo en tu mente: Mas Jehová está conmigo como poderoso gigante; por tanto, los que me persiguen tropezarán, y no prevalecerán; serán avergonzados en gran manera, porque no prosperarán. Jeremías 20:11
Te invito a orar: Querido Padre Dios, gracias puedo empezar una nueva semana de estudios. Ayúdame a actuar justamente, como a vos te agrada, y dame fuerzas para enfrentar y superar a todos aquellos que puedan perseguirme por hacer las cosas bien. ¡Gracias porque estás a mi lado como poderoso gigante y eso me da mucha seguridad! En el nombre del Señor Jesús, Amén.
¡HASTA MAÑANA!