6 de mayo

Un misterio llamado Jesús

¡Hola! Ayer empezamos la semana viendo como Jesús sanó a un endemoniado. Vimos que era estar endemoniado y que Jesús es el único que tiene poder para liberar a una persona de la esclavitud del mal. De la misma forma el es el único que puede hacernos libres del pecado, y darnos la verdadera libertad, por eso, como decimos desde el principio de esta serie, un misterio llamado Jesús, esto no es un asunto de religión sino que es de fe.

Toda la gente quedó muy impactada de que ese hombre fuera liberado de tan grande prisión. Los discípulos venían de hacer la pesca milagrosa y ahora de ver a ese hombre sacudirse fuertemente y ser libre. En verdad todos hablaban de ese misterioso hombre llamado Jesús.

Entonces, después de salir de la sinagoga donde se había liberado a ese hombre, fueron a la casa de Simón y Andrés, que era ahí en Capernaum. También fueron Juan y Jacobo. Al llegar a la casa se encontraron con que la suegra de Simón tenía mucha fiebre. En ese momento no había ni la forma de medirla como ahora ni los medicamentos para bajarla rápidamente, así que tener fiebre, además de demostrar que la persona estaba sufriendo de una infección, ponía en riesgo la vida de la persona por si no se la podía llegar a controlar.

Apenas Jesús entró y se habló del mal estado de salud de ella, fue y la tomó de la mano y la levantó de la cama, y en una forma totalmente misteriosa, la mujer le levantó como si nada, no tenía más fiebre y se puso a servirle a todos los que estaban en la casa. En un instante Jesús la había curado.

Simón, que es Pedro, ya había experimentado el poder ver a Jesús haciendo cosas maravillosas, y ahora lo había llevado a su casa, y su suegra ahora también lo había experimentado personalmente.

¡Qué hermosa lección nos da Simón! Todos los días podemos compartir de Jesús y de las cosas que él puede hacer, como perdonar pecados y dar vida eterna. ¿Te animas como Simón a llevar a Jesús a tu casa? ¿Te animas a compartir con tus padres, hermanos, abuelos, tíos o primos lo que estás escuchando y aprendiendo de Jesús? Así como hizo algo tan importante con la suegra de Simón, seguramente también lo puede hacer con alguno de tu familia o amigos. Solo debes tener en cuenta que para llevarlo a tu casa, primero debes dejarlo entrar en tu vida, y dejar que esa sea la casa de Jesús, y después él irá con vos a tu casa y podrá hacer cosas maravillosas si solo crees y creen en él.

La historia de hoy sigue contando que ese día vino muchísima gente a la puerta de la casa de Simón y muchos fueron sanados y liberados de demonios. Jesús seguía demostrando su amor por las personas y su poder de Dios. Pero desea cerrar la historia de hoy mostrando que aunque él era Dios, también era un ser humano al mismo tiempo, ese si que es un gran misterio. Y entonces, aunque se había acostado tarde atendiendo a mucha gente, se levantó bien temprano, cuando todavía no había amanecido, y fue a un lugar solitario y se puso a orar. El nos muestra la importancia de pasar tiempo con Dios Padre orando, para tener un día en continua comunicación con él. Muchos salmos hablar de buscar a Dios de mañana y contar con su compañía y bendición a lo largo de todo el día. Dos lecciones para nosotros, los estudiantes del maestro Jesús: llevemos a Jesús a nuestra casa y pasemos tiempo con él.

Te invito a orar: Querido Padre Dios, gracias porque puedo aprender las lecciones del Maestro Jesús. Ayúdame a cada día llevar a Jesús a mi casa y que mi familia lo pueda ver en mis acciones. También deseo, como Jesús lo hacía, pasar tiempo con vos, para aprender y conocerte más. Gracias por poder contar siempre con vos. En el nombre del Señor Jesús, Amén.

¡HASTA MAÑANA!