8  de julio

Un misterio llamado Jesús

¡Hola! Ayer arrancamos la semana especial para nuestro país por el día de la independencia que será mañana 9 de julio. Arrancamos pensando en la parábola que Jesús enseñó sobre el sembrador y podemos comprobar lo que el Maestro Jesús quiso enseñar sobre el poder comprobar si aprovechamos o no el poder escuchar y prestar atención a las diferentes materias o a este misterio llamado Jesús.

No olvidemos que la semilla simboliza la Palabra de Dios y los terrenos el corazón de los personas. El primer suelo que Jesús mencionó fue el de junto al camino. Un suelo pisoteado y duro, comparado con los corazones de las personas que por diferentes experiencias de la vida han sido endurecidos. Jesús nos ofrece un nuevo corazón tierno.

Luego Jesús dijo que el sembrador siguió sembrando y cayó la semilla en medio de una tierra llena de piedras. Entonces las semillas brotaron por el poco de tierra  que había entre las piedras, pero al salir el sol, y por no tener profundidad en la tierra para crecer las raíces, se secaron.

Acá podemos pensar en las personas que han escuchado de Dios, como vos cuando cada día escuchás o leés sobre el misterio llamado Jesús.  Es imposible estar ajenos a las cosas maravillosas que Jesús dice, y muchas veces quedarnos pensando en sus palabras. Entonces tratamos de acercarnos un poco a Dios, pues, estando en lo cierto, empezamos a entender que es lo mejor para nosotros, pues Dios ha hecho todo para que nosotros podamos tener la vida eterna, como entregar a su Hijo Jesús. 

Pero, aunque empezamos a creer en Jesús, no queremos que él limpie nuestra vida, seguimos teniendo una serie de piedras que no deseamos quitar de nosotros, pues, aunque sabemos que son cosas que no están bien, no queremos desprendernos de ellas. Pero el problema es que esas piedras ocupan el lugar que tendría que tener las raíces de nuestra fe.  A veces no queremos quitar esas piedras, y otras veces no podemos quitarlas, no tenemos la fuerza necesaria para hacerlo. Entonces nuestra fe va decayendo y pronto se seca.

Una vez un niño estaba tratando de hacer un castillo en la playa. Planeó hacerle un canal de agua todo alrededor del castillo. Pero se encontró al escarbar una piedra. Trató de sacarla de diferentes maneras, pero no lo logró. Entonces, muy triste, se sentó a un costado y dejó su proyecto de lado. El papá estaba viendo todo lo que estaba sucediendo y se acercó. Se paró frente al niño y le preguntó qué había sucedido. El niño le contó que no había podido sacar la piedra. El padre le preguntó: ¿usaste toda tu fuerza? - Si, papá, contestó el niño. - ¿Estás seguro? preguntó el papá. Con mayor enojo el niño contestó: Si, claro!. El padre le dijo: no hijo, no usaste toda tu fuerza, no me pediste ayuda a mí. 

Generalmente olvidamos que contamos con Jesús. ¡Él todo lo puede! No dejes que las palabras de Jesús se sequen por las piedras que hay en tu vida. Ayer Jesús nos dijo que quiere convertir  nuestro corazón de piedra en uno tierno, hermoso. Hoy quiere quitar de nuestra vida todas las piedras que no dejan crecer nuestra fe en él. ¿Cuáles son esas piedras?  Tómate un minuto para pensar cuáles son esas cosas y pedile a Jesús que te ayude a sacarlas de tu vida, y así podrás hacer que tu fe en Jesús y la vida eterna crezcan en tu corazón.  

Te invito a orar: Querido Padre Dios, gracias porque no solo querés darme un corazón tierno, sino que también queres limpiar de mi vida todas esas piedras que no me dejan crecer, espiritualmente primero, pero también intelectualmente. Ahora deseo que me des ése corazón tierno y me ayudes a quitar todas esas piedras que hay en mi vida que no me dejan crecer. Gracias porque vos todo lo podés hacer. En el nombre del Señor Jesús, Amén. 

¡HASTA EL JUEVES! ¡FELIZ DÍA DE LA INDEPENDENCIA ARGENTINA!