11 de marzo
Un misterio llamado Jesús.
¡Hola! Ayer empezamos con el año de estudios a tratar de descubrir ese misterio llamado Jesús.
Hemos visto que un misterio es algo que no podemos explicar a simple vista, pues tiene características que no son comunes a todos los seres semejantes. En este caso estamos hablando de una persona, ¿no?
Por eso se plantea a Jesús como un misterio, pues aunque su relato histórico se asemeja mucho al de cualquier persona, pues nació de una mujer, fue un niño, un adolescente y un joven; sin embargo todos los que fueron testigos y las narraciones que encontramos, llenan su estadía en el mundo con un manto de misterio, pues dijo, hizo y enseñó cosas muy diferentes a las que las personas hacemos comúnmente.
Eso me hace pensar que aunque hemos empezado el ciclo lectivo como millones de estudiantes en nuestro país, éso no nos lleva a tener que ser exactamente iguales a los demás.
Según la historia, Jesús fue un ser humano como cualquier otro. De bebé y niño necesitó de adultos que lo cuidara, y de adolescente respetó la autoridad de sus padres.
Si querés saber más sobre cómo fueron todos esos años, busca en YouTube el Podcast de la serie "OS HA NACIDO".
Su forma de ser y de ver a los demás, seguramente marcaron su vida como una persona que mostraba una diferencia con los demás. Hay que ser muy valiente para animarse a ir en contra de las malas palabras, ir en contra de no ser responsable de su estudio, ir en contra de todo lo que la mayoría hace y sabemos que no está bien, pues a la corta o a la larga nos perjudica, y mucho.
Por eso hoy, te desafío nuevamente. Hoy a que te animes a marcar la diferencia. A no dejarte llevar por las cosas que hacen la mayoría y que sabemos que no están bien.
Y no olvides, que Dios te puede ayudar a lograrlo, si te lo propones y le pedís a él que te ayude.
Te invito a orar:
Querido Dios Padre, gracias porque vos querés lo mejor para mi vida. Ayúdame a entender que muchas veces tengo que marcar la diferencia con otras personas cuándo hacen cosas que perjudican su vida o la de otras personas. Gracias porque entiendo que con vos es posible lograrlo. Te lo pido en el nombre de Jesús, Amén.
¡HASTA MAÑANA!