11 de junio

 Un misterio llamado Jesús

¡Hola! En esta semana vimos como Jesús nos dijo que somos la sal de la tierra y la luz del mundo. Luego siguió hablando y enseñando sobre muchas cosas más. 

A continuación dijo que es muy importante aprender y respetar la ley de Dios. Ya hemos visto que la Biblia dice que debemos respetar las leyes humanas, pero sobre toda ley humana está la ley de Dios pues ella es perfecta. Si los seres humanos respetáramos  la ley de Dios, no habría ninguno de los tantos problemas que a diario escuchamos que suceden. La ley de Dios no ha sido dada por un capricho de Él sino para que podamos vivir en paz y disfrutar de toda nuestra vida, pero lamentablemente los seres humanos no queremos hacerle caso y por eso hay tantas cosas que causan tanto dolor.

Luego habló del sexto mandamiento. ¿Sabés qué dice ese? Dice: No matarás, pues cualquiera que lo haga será culpable de juicio. La gran mayoría podemos decir que hemos obedecido ese mandamiento. Pero mirá lo que dijo Jesús. Cualquiera que se enoje contra su hermano será también culpable, y también el que diga necio al otro. Al igual que el que diga a otro que no puede razonar o no entiende nada. En todos los casos Jesús se refiere a todos los buscan rebajar a los demás de diferentes maneras. Algo que está totalmente enfrentado a los principios de Dios, y por eso Dios los rechaza y los condena. 

Luego Jesús agrega que no podemos ir ante él en primer lugar, sino que primero vayamos a pedir disculpas al que pude tratar mal, y entonces podemos ir delante de él dignamente. 

¡Qué importante es el principio de Jesús para la convivencia! Vivimos, como ya vimos otro día, en momentos de mucha violencia social, y muchas veces hay reacciones muy feas dentro de los salones de clase, donde alguien reacciona muy mal contra otro u otros que piensan diferente. ¿Cuándo vamos a entender que los principios de Dios hacen que nuestra vida sea excelente, pero cuando no los respetamos solo nos trae pesar y dolor? Desde hace 2000 años Jesús viene enseñando esa verdad, pero cuán poco la escuchamos y mucho menos la cumplimos. 

Y después va por el séptimo mandamiento. Ese habla sobre el adulterio, que es engañar al esposo o esposa con otra persona. Pero Jesús va más allá. Dice que cualquiera que ve a otra persona y se imagina cosas sexuales con ella, está cometiendo el mismo grave pecado. Y eso agrega: si tu ojo te hace caer en esas cosas: ¡cortalo! ¡UH! ¿Qué quiso decir Jesús? ¿Qué me quite un ojo? En realidad lo que él desea que entendamos es que debemos cortar de una vez con las cosas que nos hace tomar malas decisiones. Te doy un ejemplo: Si en ciertas horas te quedas solo y miras cosas en el celular o la computadora que no están bien mirar, como cuestiones de pornografía,  tenés que evitar usar ese dispositivo en esos momentos. Pues cuando mirás esas cosas en mi intimidad, después mirás sin respeto a tus compañeras de estudio. Y todo eso va degradando tu corazón, y va llenando tu vida de ansiedad, inseguridad, tristeza y culpa. Por eso Jesús dijo con toda seguridad: ¡còrtala! Y sabés que él está dispuesto a ayudarte en todo.

Te invito a orar: Querido Padre Dios, gracias porque otra vez me demuestras todo el esfuerzo que haces todos los días para que pueda entender que deseas lo mejor para mi vida. Entiendo que es muy importante que respete tus mandamientos. Ayúdame a tratar bien a mis compañeros de estudio y a no llenar mi corazón de cosas que lo ensucian, y también a mi mente. Gracias porque puedo contar con vos para que me ayudes a lograrlo. Ahora mismo quiero empezar a hacerlo. En el nombre del Señor Jesús, Amén.

¡HASTA MAÑANA!