13 de marzo
Un misterio llamado Jesús
Hola! Seguimos recorriendo esta semana, tratando de entender un misterio llamado Jesús. Ayer pensamos un poco sobre cómo se enteró María, la madre de Jesús, que iba a quedar embarazada.
Pero, si bien todo éso es un misterio, lo que siguió lo es más, pues María quedaría embarazada sin la participación de un varón.
Ustedes ya conocen muy bien cómo una mujer queda embarazada, y hoy existen diferentes técnicas de fertilidad que pueden lograr un embarazo sin intervención directa de un hombre, pero aún así están interviniendo personas especializadas.
En el caso de María se iba a llevar a cabo un verdadero misterio: iba a quedar embarazada sin ninguna intervención de nadie, va, de ningún ser humano, porque Dios iba a intervenir.
¿De que manera lo iba a hacer? Iba a poner en el útero de María un embrión, directamente. Y así se iba a ir desarrollando durante los siguientes 9 meses hasta nacer, como algo vimos estos días. Eso sí que es un misterio absoluto, pues jamás hubo un caso así en la historia.
Por eso desde el comienzo la vida de Jesús ha sido un misterio, pues, como estamos viendo, todo se fue dando de una manera totalmente fuera de lo que estamos acostumbrados.
Pero si bien lo de Jesús fue totalmente fuera de lo que conocemos o imaginamos generalmente, si nos ponemos a pensar cada uno de nosotros también somos un misterio. Cada uno es diferente al otro. Cada uno ha vivido cosas diferentes a los demás. Cada uno está construyendo su forma de pensar. Cada uno puede ir planeando lo que le gustaría hacer en el futuro. De hecho, la vida misma es un misterio. Por eso me gusta que juntos podamos ir mirando el misterio llamado Jesús, ¿sabés por qué? Porque según el primer capítulo de la Biblia fuimos creados a su imagen. Y entonces nos podemos preguntar, ¿qué parte de todo ese misterio tengo yo también? En principio podemos contestar diciendo: ¡la vida! El nombre de Dios en el antiguo testamento fue Jehová, que significa “YO SOY”, es decir, yo vivo o existo por mi mismo. Por eso Jesús dijo que él es el camino, la verdad y la vida. Jesús no solo nos dio vida humana en el vientre de nuestra madre, sino que quiere también hacer un misterio aún mayor: darnos vida eterna.
Te invito a orar:
Querido Padre Dios, gracias porque me diste vida en el vientre de mi mamá, y de esa manera mostraste que vos sos vida. Pero más gracias quiero darte porque Jesús entregó su vida para que yo pueda tener vida eterna. Ese es un verdadero misterio que me cuesta mucho entender, pero aun así deseo conocer más y recibir. En el nombre del Señor Jesús, Amén.
¡HASTA MAÑANA!