14 de mayo

Un misterio llamado Jesús

¡Hola! Seguimos con el misterio llamado Jesús en el estanque de Betesda. Ayer vimos como Jesús habló con un hombre que tenía una enfermedad desde hacía 38 años, que lo tenía postrado y prácticamente ya había perdido toda esperanza, pues la única que tenía era en algo que no era real.

Jesús solo le dijo 3 palabras: ¿Quieres ser sano? Y el hombre le respondió con lo que creía que era su única esperanza: que alguien lo ayude a llegar al agua primero cuando se agite. Pero Jesús fue directamente a mostrar su misterioso poder y le dijo que se levantara. Algo que no hacía desde unos 38 años antes, pero al hacerlo descubrió que Jesús lo había sanado por completo. ¡Maravilloso! Entonces, como Jesús le dijo, tomó su camita y sus cosas y empezó a caminar.

Algunos judíos cuando lo vieron llevando las cosas le dijeron que no debía hacerlo, pues era el día de reposo y no se debía cargar nada ese día. El les respondió que la persona que lo había sanado se lo había dicho. Los judíos le preguntaron quién lo había sanado, pero el hombre no sabía como se llamaba Jesús, y Jesús ya se había ido del lugar.

Después, el hombre sanado encontró a Jesús en el templo y Jesús le dijo: mira que fuiste sanado, por lo tanto no peques más. Entonces el hombre le avisó a los judíos que quien lo había sanado era Jesús.

Los judíos se enojaron porque Jesús lo había sanado el día de reposo. ¿Ellos no se alegraron de ver a aquel hombre que sufrió tanto esos 38 años estaba sano? ¿Ellos no pensaron en que Jesús hizo algo misteriosamente milagroso? ¿Solo se preocuparon si Jesús cumplía con la religiosidad? Esos judíos perseguían a Jesús buscando algo en que acusarle. De hecho deseaban darle muerte, ¡Qué terrible! ¿Como pueden algunas personas desear la muerte de otra persona? Esa es una evidencia del mal que hay en el corazón de los seres humanos. Entonces, en especial los días sábado, el día de reposo, perseguían a Jesús para acusarle de sanar ese día. Entonces había un hombre que tenía una mano seca, su mano derecha. Y esos judíos fueron a Jesús y le preguntaron: ¿está bien sanar en el día de reposo? Jesús le respondió: Si ustedes tienen una oveja, y ella se cae a un pozo, ¿No la van a sacar aunque sea el día de reposo? ¿Cuanto más vale una persona que una oveja? Así que, está bien sanar a una persona en el día de reposo.

Entonces llamó al hombre que tenía la mano seca y le dijo que extienda el brazo, y él lo hizo, y Jesús le curó la mano.

Jesús nos enseña que lo más importante para una persona, después de Dios por supuesto, son las demás personas. Debemos siempre ponerlas sobre todas las demás cosas. No importan quienes sean, debemos amar a los demás como Jesús nos amó. Debemos respetar a los demás, como Jesús nos enseño que siempre él lo hacía, y debemos ayudar a todos los que podamos, como Jesús lo hizo con todos, y ahora lo desea seguir haciendo con cada uno de nosotros. Jesús seguía demostrando que es Dios, haciendo todos esos misteriosos milagros, pero nunca rechazó a ninguna persona en necesidad. Es un verdadero desafío para cada estudiante, el poder conducirse como Jesús en el ámbito de estudios, pero también en todo lugar donde vaya, y sobre todo, como Jesús dijo ese día: el que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna, pues ha pasado de muerte a vida eterna.

Te invito a orar: Querido Padre Dios, gracias porque Jesús ha hecho todas esas cosas misteriosas por mi. Te pido que me ayudes a ser como él y poner siempre a los demás en primer lugar, luego de vos, por supuesto. En el nombre del Señor Jesús, Amén.

¡HASTA MAÑANA!