15 de mayo

Un misterio llamado Jesús

¡Hola! Seguimos con un misterio llamado Jesús. Hoy se vuelve a presentar algo muy misterioso. La Biblia nos enseña que Jesús es Dios. Es el Hijo de Dios. Él mismo ha dicho que el Padre y él son uno mismo. Además dijo: quién me ha visto, ha visto al Padre. Pero aún así pasaba mucho tiempo orando a su Padre.

Unos días atrás vimos como los primeros discípulos lo buscaron por todas partes, hasta que lo encontraron en la parte desértica orando a su Padre Dios. Hoy, continuando con su historia, encontramos que no se levantó muy temprano para orar, sino, como cuentan Mateo, Marcos y Lucas, pasó toda la noche orando. Sin lugar a duda, venía un día de decisiones importantes.

¿Te diste cuenta que todos los días Jesús desea enseñarnos algo? Empezamos viendo que él y su Padre Dios eran uno, aun así pasó toda la noche orando. Nos muestra lo importante que es buscar a Dios antes de realizar algo importante en nuestra vida. Si él, que lo sabe todo, oró al Padre Dios, ¿Como nosotros, que tenemos tanto que aprender, no lo vamos a buscar? Generalmente cometemos muchos errores al elegir. Miremos un ejemplo. Los alumnos que ya están cursando los últimos años de la secundaria tienen que decidir sobre que carrera cursar. Si bien hay muchos cursos de orientación vocacional, es muy importante que puedan buscar la guía de Dios, pues él sabe a la perfección que capacidades tiene cada uno, y los podrá guiar hacia la decisión ideal.

Y así hay muchos momentos donde debemos tomar decisiones o cuando tenemos un examen muy importante, no podemos perder la posibilidad de ser guiados de una manera misteriosa, pero real, por el Todopoderoso Dios, que solo está esperando que lo busquemos de corazón para guiarnos en lo que necesitemos.

Volviendo a la historia, Jesús había orado toda la noche. Todos los días dedicaba mucho tiempo para orar, pero aparentemente ese día dedicó mucho más. ¿Qué iba a suceder ese día? ¿Te interesa saber? Seguramente era algo super importante. Veamos…

En ese momento había muchas personas que seguían a Jesús todos los días, es decir que tenía muchos alumnos o discípulos. De hecho, en un momento de la historia cuenta que había unos 70. Pero ese día, en medio de todos los que estaban allí, eligió a solamente 12. Esos doce serían los más cercanos, los que recibirían un entrenamiento más intensivo, que todo el resto de personas.

Ellos eran Simón, que luego lo llamó Pedro, Andrés el hermano de Simón, los hermanos Jacobo y Juan, Felipe, Bartolomé también llamado Natanael, Mateo, Tomás, el otro Jacobo y su hermano Judas, Simón llamado el Zelote y Judas Iscariote quién llegó a ser el traidor. Cada uno de ellos traían sobre sí toda una historia particular y muy dura. Simón por ejemplo, se lo llamaba el Zelote, pues pertenecía a un grupo armado que luchaba por la libertad de los judíos, y hasta mataban por obtener los logros que buscaban. A él y a todos lo demás Jesús cambió su vida. Muchos de los que escuchan o leen estos devocionales han aceptado a Jesús como su salvador y hasta le puede gustar escucharlo y ser su estudiante, como eran los 70. Pero, Jesús eligió a 12 pues sabía que en ellos encontraba lo que necesitaba para anunciar su mensaje: 11 hombres que a pesar de sus errores estarían dispuestos a dar la vida por Jesús, y uno que trataría de usar a Jesús para su beneficio. ¿Estás dispuesto a estar entre los que desean seguir a Jesús en todo? ¿A dedicar tu vida a su servicio y compartir con otros su mensaje? Si es así, decíselo ahora mismo, con tus palabras y de corazón. Dejá los 70 y unite a los 11.

Te invito a orar: Querido Padre Dios, gracias porque hoy me querés enseñar lo importante de orar ante cualquier decisión buscando tu guía, y que Jesús desea que ponga mi vida en sus manos. Eso quiero hacer ahora mismo. Deseo dejar de ser un estudiante común y pasar a servirte de corazón. En el nombre del Señor Jesús, Amén.

¡HASTA MAÑANA!