16 de abril

Un misterio llamado Jesús

¡Hola! Llegamos al último día de estudios de esta llamada Semana Santa, y estamos recorriendo el relato que encontramos en la Biblia en el capítulo 3 de San Juan. Hemos empezado por la charla entre Nicodemo y Jesús, y como Jesús le explicó que para ser salvo él tenía que ser levantado en una cruz, para que todo el que lo vea con fe, es decir cree en él, tenga la vida eterna.

Muchos son los que consideran que uno de esos versículos es el centro del mensaje de Dios, pues dice en el versículo 16: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna".  Este, como otros versículos, afirma que se tiene vida eterna a partir del momento en se cree en él como Salvador personal. Pero Jesús siguió hablando con Nicodemo y le dejó muy en claro algunas cosas.

Primero le dijo lo que hemos estado viendo, sobre la necesidad de nacer de nuevo, para nacer a la vida eterna.

Luego le dice que él no vino al mundo a condenar, sino a salvar. Eso quiere decir que Jesús aun hoy te está esperando para perdonarte, si realmente reconoces tu pecado y la aceptas como salvador.

Pero después le dice con toda claridad que el que cree es salvo, pero el que no cree ya está condenado. Le deja bien en claro que todos ya estamos condenados por nuestros pecados, pero cuando le pedimos sinceramente que nos perdone y sea nuestro salvador, él lo hace, y quita de nosotros la condena y nos hace nacer a la vida eterna.

Pero es claro que el que no lo recibe está condenado, es decir, le espera la condena eterna, y la Biblia es clara en describir el dolor y tormento eterno. No lo hace para asustarnos, pues de nada sirve ir a Jesús por miedo, sino que lo hace para que sepamos que si no decimos por Jesús, contra él estamos por no aceptarlo. Y termina diciendo que esta es la condenación: Que Jesús vino al mundo y muchas personas prefieren seguir en con sus pecados y haciendo cosas malas. ¿Qué puedes contestar a eso? Jesús fue muy claro. No se trata de tener una religión, no se trata de ir a una iglesia, no se trata de tener padres que creen en Jesús, se trata de tu decisión, de aceptar o rechazar a Jesús. Nicodemo no decidió ese día. ¿Vos vas a hacer lo mismo, o en esta semana santa vas a aceptar el regalo de Dios que es su Hijo Jesús. Ahí mismo donde estás leyendo o escuchando estas palabras podes hablar con Jesús, y pedirle perdón y aceptarlo como el Salvador de tu vida.

Jesús, por amor a vos y a tu vida, se entregó en la cruz, ¿Vas a aceptar que ese sacrificio fue por vos? De vos depende que esta semana Santa sea muy especial para vos, pues en ella podes nacer de nuevo, o seguir en la condenación eterna. Vos decidís.

Te invito a orar: Querido Padre Dios, gracias porque como leímos hoy, de tal manera me amaste que mandaste a tu Hijo Jesús, gracias porque ya he nacido de nuevo al aceptar a Jesús como Salvador. Gracias porque esta semana y cada semana de mi vida puede recordar como Jesús se entregó por mi. Por eso deseo pedirte de corazón por mis compañeros, familiares y amigos que aún están condenados por sus pecados, para que puedan entender que necesitan tu perdón para nacer de nuevo, y tener vida eterna. En el nombre del Señor Jesús, Amén.

¡MUY BUEN FIN DE SEMANA SANTA!