25 de marzo
Un misterio llamado Jesús
¡Hola! Comenzamos una nueva semana de estudios. ¿Cómo fue la semana pasada? Espero que todo bien. No olvides que siempre podés contar con la ayuda de Dios, si se lo pedís de corazón y con fe.
El viernes hemos quedado en el momento en que todas las personas presentes, que no eran pocas, en el templo en Jerusalén, se preguntaban sobre quien era ese muchachito misterioso que estaba tan concentrado en la charla sobre los temas del antiguo testamento y Dios, y preguntaba con tanto conocimiento.
Me encanta cuando algún estudiante le gusta mucho un tema y se pone a investigar y lee mucho sobre eso y le pone atención y ganas y después me comenta y enseña mucho sobre lo que aprendió. ¿Te imaginás si haríamos eso con cada área de estudio? ¿Te imaginas si haríamos eso con el misterio llamado Jesús? Te aseguro que nuestra vida sería otra, mucho mejor.
Pero volviendo a la historia, no solo fue un misterio para todas las personas. Posiblemente los padres lo buscaron por todos lados, pero no pensaron que podría estar en el lugar de las mayores enseñanzas de Dios. Era un lugar frecuentado por mayores, no por adolescentes. Es importante destacar que la educación más importante para ellos era a partir de los 13 años, si bien antes ya estudiaban el antiguo testamento.
María fue la primera en llegar a Jesús. Se podría decir que se nota una mezcla de enojo y alivio. Le hace ver que esos días ellos estuvieron muy angustiados por no encontrarlo, pero no podrían negar que había estado en el mejor lugar. Pero si todo era un misterio, la respuesta del muchachito Jesús no fue menos misteriosa: ¿No sabían ustedes que me es necesario estar en los negocios de mi Padre? (Padre está en mayúscula) El negocio de su padre humano, José, era la carpintería. Con eso podían tener lo necesario para alimentarse y vestirse. Pero… ¿Cuál era el negocio de su Padre del cielo? ¿Por qué le era necesario estar en él? Jesús a sus 12 años nos muestra la importancia de prepararnos. Muchas veces a esa edad, y mucha más también, pensamos en que no es importante hacerlo hasta no ser mayor.
¿Te fijaste alguna vez en un árbol de frutas? Todo el cuidado que reciba, el día de mañana lo volcará en frutos. Si recibe poca agua, dará pocos o nada de fruto. Así es tu vida. La Biblia nos enseña que hemos sido creados por Dios con espíritu, alma y cuerpo. Los tres necesitan ser cuidados. Los tres necesitan crecer y desarrollarse. Para nuestro cuerpo tenemos la comida y el descanso en lo físico, el estudio para el intelecto o mente. Y para el alma y el espíritu tenemos a Dios Padre y a Jesús, y nos han dejado la Biblia como alimento espiritual. Te es necesario estar en los negocios del Padre del cielo, que quiere ser tu Padre, si aun no lo es.
Te invito a orar:
Querido Padre Dios, gracias porque puedo crecer en todo sentido. Ayúdame a ser como Jesús y estar ocupado en las cosas que me hacen crecer bien, y sé que el bien está en vos. En el nombre del Señor Jesús, Amén.
¡HASTA MAÑANA!