27 de marzo

Un misterio llamado Jesús

¡Hola! Ayer vimos como María guardaba en su corazón todo lo que le había dicho Dios y lo que su hijo Jesús le decía en cuanto a su Padre del cielo. Ella sabía claramente que ese muchachito era el salvador del mundo, pero al verlo hacer las cosas que hacía cualquier chico de su edad, excepto lo malo, se habría habituado o acostumbrado, y la corta charla luego de encontrarlo en el templo le había hecho recordar que su hijo era un verdadero misterio: A la vista un muchachito más, en la práctica alguien totalmente diferente.

La historia cuenta que después de esa breve charla, los tres se fueron de Jerusalén y volvieron para su casa en Nazaret. Y el relato de Lucas capítulo 2 termina diciendo que Jesús crecía en sabiduría, en estatura y en gracia para con Dios y los hombres. Estas tres cosas, aunque pueden ser normales al desarrollo correcto de una persona, para muchos puede parecerle un misterio.

Crecer en estatura tiene mucho ver con la herencia biológica, pero también con la alimentación, el deporte y la actividad física en general. Jesús no tenía herencia biológica, pues no descendía de ningún humano, pero el crecimiento en estatura nos demuestra que él era un ser humano como cualquier otro físicamente hablando. El ejercicio y deporte de él, debe haber sido el ayudar a su padre en la carpintería, pero pudo haber algún tipo de deporte que practicaban los chicos de ese entonces, además de que les gustaba mucho bailar sus ritmos tradicionales.

Después menciona el crecer en sabiduría y gracia. Por un lado la sabiduría nos habla de saber hacer. El estudio, en especial, como también nuestra familia y muchas cosas más, van llenando nuestra vida de conocimientos, pero, ¿Cuanto de ellos lo ponemos en práctica? ¿Cuantos de ellos lo usamos para bien?

Muchas veces he escuchado el ejemplo de que una persona puede aprender a utilizar un arma de fuego para proteger a las personas o para dañarlas mortalmente. Eso quiere decir que más allá del conocimiento está en como los utilizamos. Y todo el conocimiento no solo se transforma en acciones, sino también en una forma de pensar. La Biblia dice en 1ra Corintios 3, que tengamos cuidado de no ser engañados ni engañarnos en que tenemos sabiduría por saber algo, pero que en realidad nos lleva a tomar malas decisiones. Jesús sabía que era el Hijo de Dios, y aun así obedecía en todo a sus padres y, como había hecho en el templo, pasaba mucho tiempo hablando de la Palabra de Dios. El sabio Salomón, le escribió consejos o proverbios a su hijo y le enseñó que el principio de la Sabiduría es el respeto reverente a Dios. Es decir, que es sabio quien vive respetando los principios de Dios. Y finalmente, crecía en Gracia. Eso no quiere decir que hacia chistes graciosos, no. Crecer en gracia significa que cada vez más personas veían en él un muchachito diferente, especial, que no era uno más en medio de todos. ¿Como eres tú en medio de los que te rodean? ¿Marcás la diferencia para bien? ¿Estás creciendo de las tres maneras que crecía Jesús, en estatura, sabiduría y gracia?

Te invito a orar: Querido Padre Dios, gracias porque me ayudas a crecer. Ya he comenzado un nuevo año de estudios y necesito que me ayudes a crecer como Jesús, pero en especial en sabiduría y gracia para con vos y para los que me rodean, y sé que con vos lo podré lograr. En el nombre del Señor Jesús, Amén. 

¡HASTA MAÑANA!