30 de abril
Un misterio llamado Jesús
¡Hola! Ayer quedamos, en un misterio llamado Jesús, en cuando Jesús fue al lago de Genesaret y allí se subió a la barca de Simón, y aprovechando la brisa del lago y la acústica de los árboles de la orilla de la playa, mucha gente pudo escuchar las enseñanzas de Jesús.
Vimos que es muy importante que prestemos atención a lo que hacemos y aprovechemos las capacidades que Dios ha puesto en cada uno.
El dueño de esa barca, Simón, había pasado una noche muy mala, pues había pescado y trabajado en el lago toda la noche y no había pescado nada. Pero al dejar a Jesús usar su barca como lugar del maestro, y remar un poco donde Jesús le pidió para ser escuchado por todos, le dio la alegría de ser útil para la tarea del maestro.
Pero no iba a quedar todo ahí. Jesús siempre tiene algo más para sorprenderte, cuando decidís dejarlo entrar a tu barca, es decir, a tu vida. Lucas cuenta en el capítulo 5 que cuando Jesús terminó de hablarle a la gente, le dijo a Simón que reme mar adentro. ¿Te imaginás la mirada de Simón? Había estado toda la noche trabajando duramente en el mar. Te aclaro que el lago de Genesaret también es nombrado como mar de Galilea y tiene unos 12 km de ancho por unos 21 km. de largo, y de allí sale el río Jordán. Vuelvo a Simón. Luego estuvo lavando las redes, trabajo bastante pesado. Luego estuvo tratando de estar atento a todo lo Jesús enseñaba, sin distraerse como mucho hacen en clase. Y después, posiblemente pensando en que era hora de poder dormir, Jesús le dice que vaya mar adentro.
La Biblia no dice si Simón se tomó tiempo para responder, pero por el relato de Lucas parece que respondió enseguida y le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado pescando y no sacamos ni un pescado. Pero por tu palabra echaré la red. ¡Qué buen ejemplo nos da Simón! Aunque estaba tan cansado y posiblemente solo pensaba en dormir, y entendía que ese día no podía llevar dinero a su casa pues no había pescado, y aunque ya sabía que no había pesca, y él era un experimentado pescador, obedeció el pedido de Jesús. Pero además le dijo que lo haría en el nombre de Jesús. Es muy importante que entiendas que cuando haces buenas obras en el nombre de Jesús, es decir, para Jesús, él te va a ayudar a que todo salga más que bien. ¡Y así fue! Tiraron las redes y al instante no la podían sacar de la cantidad de peces que había en ellas. ¡Las redes se rompían de tantos peces! Entonces hicieron señas a otra barca para que fueran a ayudarles, y llenaron las dos barcas totalmente de peces, de tal manera que parecía que las barcas se hundían.
Entonces Simón, que es Pedro, al ver lo que había pasado, se arrojó delante de Jesús, y se arrodilló, y le pidió que se aparte de él, pues él era un pecador. Pero Jesús le dijo que no tenga miedo, que de ahora en más sería un pescador de personas. Esa si que es una frase misteriosa. Lo que quiso decirle es que Jesús usaría las capacidades de Simón Pedro, no para sacar peces del agua, sino para sacar personas de la muerte eterna y traerlas a la vida eterna. En ese momento se le habrá ido a Pedro todo el cansancio. Ahora sería una nueva persona y una nueva vida. Al terminar esta corta semana de estudios, Jesús desea hacer lo mismo con vos. Desea entrar en tu barca, tu vida, y usar todas capacidades que puso en vos y desarrollas con el estudio, para que puedas ser muy útil para Dios, para los que te rodean y para vos mismo.
Te invito a orar: Querido Padre Dios, gracias porque aunque a veces me siento cansado como Simón Pedro, que bueno es que pueda confiar en vos. Hoy deseo que Jesús entre a mi barca, mi vida, y me de no solo el perdón y la vida eterna, sino también la ayuda para usar mis capacidades para vos, para los que me rodean y para mi también. En el nombre del Señor Jesús, Amén.
¡BUEN FIN SEMANA LARGO! ¡HASTA EL LUNES!